Diversas quejas de vecinos han motivado la denuncia por parte del grupo socialista del "abandono"que muestran las calles del centro de la ciudad. La petición se centra en los alrededores de calle Navas y Angel Ganivet, concretamente en la conocida como plaza del Negro, que permanece sin nombre desde hace un año tras la desaparición de la placa que la identificaba, alentando así el extravío de la correspondencia de los vecinos y comercios de la zona.

Esta ubicación, adyacente a aquellas zonas "más visibles" también sufre un mal olor constante y la carencia de acceso a minusválidos, ya que la única rampa dedicada a tal efecto se encuentra inhabilitada por un contenedor de vidrio que impide la subida a la plaza.

Desde el PSOE entienden que esta situación, ejemplo del estado de la mayoría de las calles colindantes a las de mayor tránsito, ofrece una imagen "nefasta" para turistas y ciudadanos, así como un problema constante para los bares de la zona, que actualmente no tienen regulada la ubicación de las terrazas y sufren cada día el problema de olores constantes por el desaliño de estos espacios , considerados por el portavoz socialista, Paco Cuenca, como "la alfombra bajo la que se esconden los ruidos y suciedad" generados en el núcleo urbano. A esta falta de asistencia se incluye los problemas derivados de la carencia de señalización, que empieza a afectar a los vecinos de la plaza del Negro.

Las exigencias son claras: "mayor control, atención, mimo y seriedad" para un problema que según la oposición se deriva de la "incapacidad" del Ayuntamiento para conseguir la imagen de calidad que merece Granada. "Se limpian la calles fundamentales de paso, para lucirlas, mientras que el resto se convirten en zonas abandonadas", dicen.

Escollo que afecta a la ciudad sobre todo en una época de alta ocupación hotelera e incremento del turismo. "Los vecinos están cansados de que el Ayuntamiento en sus competencias mire para otro lado, mientras las zonas turísticas son cada vez más caóticas", opina Cuenca.

Así lo consideran también algunos vecinos que pasaban ayer por la plaza y se quedaban a escuchar al político mientras se hacía eco de su denuncia. "Deberíamos traerlos a ellos con sillas de ruedas a ver qué hacían, es la única forma de aprender", proponía uno de los ciudadanos.