Las diecisiete personas que se encerraron en la Catedral de Granada el pasado viernes para exigir la libertad de dos integrantes de un piquete informativo del 15-M concluyeron ayer al mediodía esta protesta. Fuentes del colectivo 'Stop Represión Granada' indicaron a este periódico que, pese a poner fin a la iniciativa, esta ha sido un "punto de partida", por lo que en los próximos días se llevarán a cabo una serie de actos en señal de protesta. Sin ir más lejos, el 21 de junio se celebrará una movilización internacional en apoyo a los "represaliados" en las huelgas de toda España.
Los activistas salieron del interior de la Seo granadina al grito de "Carmen y Carlos, libertad". En el entorno de la plaza de las Pasiegas había en ese momento alrededor de 250 personas, según las mismas fuentes, que se concentraron ayer para arropar a los compañeros que decidieron llevar a cabo esta protesta pacífica.
La ocupación del primer templo de Granada se inició antes de anoche, sobre las 22:00 horas, una vez que finalizó una marcha por el centro de la ciudad seguida por unas 3.000 personas, según los organizadores -si bien fuentes policiales indicaron que fueron en torno a las 1.300-, en la que exigieron libertad para los condenados Carlos Cano y Carmen Bajo, un joven cordobés de 25 años y estudiante de Medicina y una mujer de 56 años en paro.
Esta casi veintena de integrantes volvieron a reprochar que los dos piquetes hayan sido condenados a tres años y un día de cárcel por un delito contra los derechos de los trabajadores tras participar en la huelga general del 29 de marzo de 2012, una condena que contrapusieron a "los indultos y condonaciones de políticos o banqueros".
El viernes por la noche los ocupantes tuvieron la oportunidad de explicarle el motivo de la acción al arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez Fernández. "Nos atendió amablemente y entendió los motivos por los que decidimos emprender esta simbólica protesta", destacaron desde el 15-M.
Sobre la decisión judicial, el mencionado movimiento ciudadano considera que las dos personas condenadas fueron identificadas en un piquete "de manera aleatoria", e indica que la Policía Nacional "estuvo en todo momento en el piquete y en él no hubo agresión a ningún trabajador".
Por su parte, fuentes policiales aseguraron ayer que la manifestación y el posterior encierro transcurrieron de manera pacífica y sin ningún tipo de incidentes, por lo que no hizo falta establecer un dispositivo policial específico para garantizar la seguridad.
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