Covid-19

Comienza la vacunación a los mayores de 80 años en Granada: “Me ha emocionado cuando se la han puesto a mi madre”

  • 5.000 personas serán vacunadas en dos días en el distrito Metropolitano, cifra que se aumenta en el resto de la provincia

Con la pandemia, las personas han aprendido a leer las emociones mirando solo a los ojos. Unos ojos que ayer, en las personas mayores de 80 años, asomaban lágrimas de alegría, la esperanza de un futuro próximo mejor, donde ver y abrazar a sus hijos, su nietos y hasta sus bisnietos. Daba igual donde se estuviera. En Armilla, en la capital, en Almuñécar o en la Alpujarra, en cualquiera de los puntos donde comenzó la vacunación a gran escala y de forma masiva por grupos de edad.

"Ni la he sentido siquiera", contaba con voz firme y mirada juvenil Josefa, que a sus 87 años recibió ayer por la tarde la primera dosis de la vacuna de Pfizer con la que espera que "se vacune todo el mundo y salgamos de esto". Esta es una de las 5.000 personas que esperan ser inmunizadas en primera instancia en el distrito Metropolitano de Granada, el más poblado de los tres de toda la provincia, entre ayer y hoy, según estimaciones de la Consejería de Salud.

En el centro de salud de Albayda, el fijado para la vacunación de este colectivo en Granada capital, la imagen por la tarde, que es cuando se están realizando las vacunaciones, era esperanzadora. Sin aglomeraciones de personas, con las horas bien fijadas, un reguero de ancianos acompañados por familiares, agarrados a ellos o arrastrados en sillas de ruedas, otros andando a su ritmo, pero cumpliendo con su vacuna. Fuera, coches en doble fila y taxis. "Si vemos que hay demanda avisamos a los compañeros", dice uno de ellos, que esperaba a una persona que se estaba vacunando, y que había dicho que aguardara a que terminaran. El proceso era rápido, organizado y limpio, coincidían todos los que ayer pasaron por Albayda.

Isabel María, con 83 años, 9 hijos, una veintena de nietos y otro puñado de bisnietos, iba acompañada de su hija y uno de sus yernos. "Qué quieres que te diga, estoy emocionada. Todavía no me lo puedo creer. Parece mentira", dice una de sus hijas, Mari Ángeles, a la que se le quebraba la voz. Isabel María también se emociona. Lleva un año sin ver a uno de sus hijos, a varios de sus nietos, y ahora espera poder hacer "un ‘poquillo’" de vida mejor.

"Estupendamente, yo soy fuerte", cuenta a sus 90 años Elia, aunque si hijo Jesús la rectifica al cuando no le salían las cuentas. "Nosotros somos de pueblo y gente se cría bien", recuerda esta mujer aguerrida de Galera, al Norte de la provincia de Granada, que como en todos los casos de ayer, no tuvo ningún tipo de reacción adversa tras la punción tras espera el cuarto de hora correspondiente de precaución.

Rafael Maroto, director de Cuidados de Enfermería del Distrito Metropolitano de Granada y coordinador de vacunación de esta área sanitaria, también destaca la emoción tras este primer día de vacunación casi en masa. "Lo que estamos sintiendo, después de tantos meses, donde no veías dónde agarrarte... Ahora tenemos a un aliado que es la vacuna", relata con cierto alivio, que añade que "se nota todos los días", desde que el lunes empezó, aunque a menor escala, este proceso en la capital. "Si no les dices nada a los abuelillos no expresan nada, pero si les preguntas o les haces hablar se vienen arriba", relata su experiencia.

Fue un día frenético, con 23 centros solo en el distrito Metropolitano vacunando, pero también muchos en zonas del Norte, Los Montes, el Poniente, la Alpujarra y la Costa, donde se han habilitado planes de transporte para que los mayores se vacunen, como en Ugíjar, Vegas del Genil o Alhendín, o ayuntamientos han ofrecido espacios municipales amplios como Huétor Tájar o Almuñécar.

Maroto estima que en dos días, 5.000 personas de la zona Metropolitana habrá recibido su primera dosis, aunque pide más vacunas porque en esas 48 horas van a agotar todas las disponibles. Unas inyecciones segura que hasta ahora no han dado "ninguna incidencia" en forma de reacciones adversas, añade el sanitario, que sí cuenta algún que otro contratiempo logístico como que "falte una papelera aquí, o una jeringuilla en otro sitio. Pero llevamos semanas preparando esto y esto son problemas del primer día", finaliza.

La riada de la esperanza. Pásense estos días por su centro de salud y vean esos ojos. Si la pandemia les pesa, lo hará un poco menos.

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