La relevancia arqueológica de los restos de la villa romana descubierta en el barrio del Zaidín era desconocida el pasado cinco de julio. Fue ese día cuando comenzaron unas catas arqueológicas dentro de un proyecto financiado con fondos Feder y enmarcado en la estrategia DUSI. Este proyecto, que tiene como objetivo reordenar la plaza, ha hallado unos restos que superan con creces las hipótesis iniciales. Tanto es así que ya se ha abierto un debate sobre si la excavación, que finaliza el próximo 16 de agosto, debería proseguir.

Las arqueólogas encargadas del proyecto han hallado dos zonas claramente diferenciadas y un mosaico de gran valor. Es ésta pieza última la que entraña mayor debate sobre la necesidad de continuar con los trabajos. Mientras tanto, los vecinos de Los Vergeles ya han soñado con la posibilidad de albergar un auténtico "parque arqueológico" en el barrio.

Pero para eso aún han de pasar multitud de gestiones. En primer lugar, la finalización de las catas y después el análisis de los informes que los técnicos elaboren con los descubrimientos realizados. Sin esos documentos, la Junta de Andalucía, tal y como indicó ayer el delegado de Cultura, Guillermo Quero, no dará ningún paso sobre si seguir con las excavaciones o dejarlas tal y como están. Todo, en una decisión que debe ser consensuada con el Ayuntamiento que sufraga la actuación.

Quero, comentó ayer que la Junta andaluza se encuentra "a la espera de que los arqueólogos emitan un informe definitivo sobre los restos encontrados para, a partir de ahí y por supuesto a la espera del impulso que el Ayuntamiento quiera darle, ir tomando las decisiones oportunas para ver de que forma se quiere seguir con esos trabajos de excavación".

Por tanto, la Junta se mantiene a la espera de saber de qué magnitud son, que según el delegado ofrecerían "una información trascendental para conocer una Granada a priori desconocida desde el punto de vista romano", para después decidir si actuar.