Granada

Efecto OPE: un trozo de Marruecos en el corazón del Puerto

  • Las líneas que unen Motril y el norte de África han hecho remontar la actividad comercial en el barrio reflotando antiguos negocios y creando nuevas oportunidades

La instantánea de los alrededores del Puerto de Motril podría parecer un trozo de Marruecos, a juzgar por el trasiego de personas que pulula por la zona. Una imagen que ha cambiado mucho en los últimos dos años, pero que se ha notado especialmente este verano. A escasos días de que concluya la fase de salida de la Operación Paso del Estrecho y, con ella, el éxodo masivo de marroquíes residentes en Europa a su país de origen, los dueños de los negocios de Santa Adela, el barrio más próximo a la entrada del recinto portuario, valoran con satisfacción la llegada de estos viajeros.

El incremento en sus ventas de este año coincide con el aumento en el número de pasajeros respecto al año anterior. "Vaya que se ha notado", exclama Manuel Ruiz, el panadero del barrio. "Ha habido días en que me he quedado sin pan durante tres horas, por lo que he tenido que hacer más, porque de un producto perecedero y de consumo diario como éste no puedes elaborar grandes cantidades para que luego no lo vendas y sea para tirarlo", explica.

Hasta en un 70% cifra el propietario de la Tahona de Santa Adela el incremento en sus ventas: "para nosotros es un público muy importante, porque el verano por lo general está muy flojo, y si no fuera por ellos, esta zona estaría muerta".

De hecho, antes de la llegada de la naviera Armas había varios locales que se alquilaban o vendían, en medio de casas que se estaban quedando cada vez más antiguas en el entorno de un barrio en el que hacía unos años había brillado una zona de restauración que, sin embargo, estaba de capa caída, pues la mayor parte de la clientela se había desplazado a otros lugares. Ahora hay locutorios, cambios de moneda, restaurantes traspasados o reabiertos, bazares -algunos con carteles en árabe-, que han surgido al rebufo del nuevo aluvión de clientes.

El panadero coincide con los responsables de la Subdelegación y de la Autoridad Portuaria en que el crecimiento de pasajeros se debe a que los del año pasado se han fidelizado y han repetido: "Para mí ha sido importante que estos mismos viajeros repitan, ya conocen el Puerto, conocen el barrio y saben que cerca a la zona de embarque disponen de un obrador donde adquirir pan y bollos del día a buenos precios, por lo que no les compensa adquirir estos productos en otros lugares".

Ante el anuncio del presidente de la Autoridad Portuaria, Francisco Álvarez de la Chica, de mantener una reunión con los establecimientos de la zona para orientarles, ayudarles y sacar mayor partido a este flujo de viajeros, Ruiz agradece este comportamiento y reconoce que aún queda mucho trabajo por realizar. "Los dos hostales del barrio han estado completos, te das cuenta de que hace falta más infraestructura hotelera, más camas en la zona donde puedan alojarse. Otro de los aspectos que demandan son duchas donde puedan darse un refrescón después de muchas horas de viaje y con estos calores quieren lavarse y no tienen dónde", opina Ruiz.

Efectivamente, aún el sábado por la noche un joven preguntaba en el Hostal Iris, situado frente al Puerto, si disponían de habitaciones libres. La respuesta fue negativa. Desde el 15 de junio colgaron el cartel de completo, según explican sus actuales regentes. De estos clientes hablan maravillas: "Son muy educados, limpios y respetuosos, te dejan hasta las toallas dobladas".

En este alojamiento conviven ahora los marroquíes durante la semana con los nacionales el fin de semana, que vienen a disfrutar de la playa. Sin embargo, en el punto álgido de la OPE lo coparon todo e incluso tuvieron que desviar huéspedes al resto de establecimientos de Motril. Como la oferta es escasa, "llenamos todos los hoteles, hostales y pensiones de la ciudad".

Desde el Gran Hotel Elba Motril (el único de cuatro estrellas de la localidad, aparte del Robinson) también confirman esta mayor afluencia de viajeros por las líneas de Armas, que "suelen pernoctar tan sólo una noche y en las fechas coincidentes con la OPE".

Abjesassamad Hamch abrió hace menos de dos años un bazar en Santa Adela donde sus compatriotas adquieren miel, pistachos o frutos secos. "Los clientes aprecian mucho la calidad de la miel de Granada, pero también tengo de Berja", comenta.

Este joven marroquí regenta uno de los nuevos negocios que se ha establecido en el barrio portuario para aprovechar el filón de los pasajeros del ferry: "son sólo 20 días fuertes", admite Abjesassamad.

Ante la reunión que plantea el presidente de la Autoridad Portuaria, propone como sugerencia modificar los horarios de salida de los barcos. "Los viajeros vienen con prisas y no pueden comprobar con detenimiento los productos de que dispongo, ahora el ferry sale a las nueve de la noche, si saliera a las once, como sucede en Almería, creo que podrían comprar más y yo podría así aumentar las ventas, y los pasajeros cenarían en Motril, porque ellos no suelen consumir en el buque".

Otra de las cuestiones que trasladará a Álvarez de la Chica es que mientras los viajeros de Melilla disponen de techo cubierto en la zona de preembarque, los otros destinos (Alhucemas y Nador) no.

En la línea de puntos a mejorar, Noureddne, un vecino de la localidad leridana de Borges Blanques, asegura que lleva durmiendo tres días en la calle, pues la Policía Portuaria le permite "acceder al recinto portuario hasta que no sea el día del embarque".

También la dueña de uno de los restaurantes ve "ilógico" que no puedan salir y entrar estas personas con sus coches, y cree que durante esos días copan el poco aparcamiento que hay en la zona, lo que perjudica a su clientela. En su caso, asegura que no ha notado más mesas llenas y cree que incluso algunos de sus comensales habituales han preferido irse a otras zonas sin tanto "jaleo".

Es el único caso que ha podido constatar este periódico, porque en la mayoría de negocios la expresión más repetida es: "bienvenido ferry", una frase que pronuncia el camarero del restaurante El Dorado, que en algunos momentos del día llena su terraza con estos pasajeros.

También ha visto aumentar las ventas de manera significativa el supermercado Covirán del barrio. Gabriel Ruiz indica que el incremento "puede rondar el 20% de respecto al año anterior", y que "se llevan aceite, detergentes, leche...".

Ruiz comenta que no ha tenido problemas de abastecimiento, porque pues ya lo vivieron el año pasado y tienen comprobado "que son días fuertes" de ventas. "Estamos bien provisionados y si hubiera algún problema, está cerca el almacén de la cadena, por lo que en pocos minutos lo repongo".

Este comerciante motrileño explica que el éxito de su venta está en ofrecer buen precio, "hoy en día con los móviles e internet lo saben todo, por lo que ofrezco productos de calidad, dentro de una marca blanca a buenos precios".

Sobre esa futura reunión institucional exclama que "al nuevo presidente le han dejado el coche lleno de gasolina", en reconocimiento a la labor de su antecesor en el cargo, Ángel Díaz Sol: "Desde que el Puerto de Motril se ha independizado de Almería ha crecido un 200%" y reconoce que "es bueno para la economía local el tránsito de pasajeros, que haya movimiento de personas, sean cruceristas o marroquíes, ya que si no pasa gente no funciona el negocio". Entre las posibles mejoras, pide al Ayuntamiento que refuerce el servicio de limpieza, pues "es importante ofrecer una imagen de entorno limpio" y también se hace eco de la queja más repetida: "la ciudad no cuenta con las plazas hoteleras necesarias, por lo que no tiene capacidad de absorber este volumen de personas".

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