La hora de la verdad es inminente. En cuestión de semanas, posiblemente antes de que termine este mes de julio, Fomento licitará los cuatro tramos de la variante de Loja, el punto más retrasado del trazado del AVE entre Bobadilla y Granada -excluido, por supuesto, el de la entrada a la capital- y establecerá el periodo máximo de ejecución de obra para que, a partir de ahí, las empresas interesadas en la adjudicación pujen a la baja.

Si Fomento establece que ese plazo de ejecución es de tres años, existen bastantes posibilidades de que se pueda cumplir el tan reiterado compromiso del Gobierno central: el AVE estaría terminado en 2013.

Es algo en lo que sigue confiando el diputado socialista Manuel Pezzi, sobre todo después de que la Consejería de Medio Ambiente haya resuelto más o menos en el plazo que estaba previsto -un mes- el escollo del trazado para la citada variante de Loja.

Como se recordará, para agilizar los trámites previos a la licitación se hizo en paralelo el estudio informativo y el de impacto ambiental, y mientras se resolvían las alegaciones a este último, se cerraba el proyecto constructivo.

La principal alegación provenía del Ayuntamiento de Loja, que sugirió que la línea discurriera más al suroeste de la presa y de la planta embotelladora porque, tal y como está diseñada, un viaducto pasaría justo encima de ese paraje, de gran valor paisajístico y medioambiental.

Medio Ambiente y el resto de las instituciones implicadas en la construcción del tren de alta velocidad en ese tramo -Ministerio de Fomento, Adif, Consejería de Obras Públicas y Ayuntamiento de Loja- manejaron cuatro alternativas y se han decantado finalmente por un trazado que, según la resolución del organismo medioambiental, es "el más favorable" porque no afecta "de forma apreciable" al espacio protegido de la Red Natura 2000 denominado Sierra de Loja ni a su integridad.

El documento, emitido el 28 de junio -prácticamente un mes después de cerrarse el periodo de alegaciones- añade que las afecciones constatadas "no tienen un carácter significativo por su escasa entidad y localización marginal" y tampoco "comprometen los méritos por los cuales fue designado el espacio, ni supone riesgo ambiental apreciable para los hábitats y especies de interés comunitario".

Es una alternativa que satisface a todos y eso incluye al Ayuntamiento lojeño. Pezzi hizo ayer hincapié en eso último. "El trazado va a discurrir por el borde de la balsa, por donde menos afecta, y lo ha aceptado. El acuerdo es total", manifestó.

El proyecto constructivo de este controvertido tramo ya ha sido remitido a Fomento, órgano sustantivo de la obra pública, y, aunque no hay un plazo fijado para que lo analice y establezca las condiciones para la licitación de la obra, el diputado confía en que esto pueda suceder "en cuestión de semanas".

En ese caso, y teniendo en cuenta que siempre se ha dado por hecho que el plazo de ejecución de los cuatro subtramos en que está dividido estaría en torno a los tres años, daría tiempo a que el Ministerio solucionara antes de finales de 2010 el concurso para la adjudicación a la empresa o empresas concurrentes y que comenzara la obra.

No es ninguna novedad que los plazos están muy ajustados y que por tanto quienes han dicho una y otra vez que el AVE llegará a Granada en 2013 no pueden aún cantar victoria, pero el parlamentario, fiel al optimismo del que ha hecho bandera durante toda la legislatura, aseguró que se está "en los plazos previstos" y no quiso ahorrarse un dardo hacia "los agoreros que dicen que no terminaremos. Los datos son tozudos e indican que estamos cumpliendo a rajatabla", finalizó.