Granada

Granada y la Alhambra, cara a cara

  • Un vehículo ecológico facilitará al visitante la movilidad para que baje a conocer la ciudad Partirá de las taquillas del monumento y descenderá por la Cuesta de Gomérez Estará en funcionamiento en mayo

Granada se ha dado la vuelta y se ha propuesto mirar cara a cara a la Alhambra. Se pierde en la historia el origen del insistente reproche que una y otra vez se le ha echado en cara a la ciudad asegurando que vivía de espaldas al monumento más visitado de España. La conexión mecánica con el histórico enclave ha sido siempre una quimera con la que se pretendía inducir el flujo de turistas a la ciudad. Tras años de imaginativas, y no siempre consensuadas propuestas, que han ido desde escaleras mecánicas, túneles, ascensores, funiculares y rampas mecánicas, ayer se puso punto y final a la polémica.

O más bien puntos suspensivos. La inconcrección del proyecto cierra tantas dudas como las que abre. El alcalde de Granada, José Torres Hurtado (PP) junto al consejero de Turismo, Luciano Alonso (PSOE) anunciaron ayer que pondrán en funcionamiento un nuevo vehículo ecológico que baje a los turistas a la ciudad. Ahora bien, ¿será un autobús, será un tren, será una diabline? Todavía no se sabe; serán las empresas que concurran al concurso público las que diseñen el futuro transporte.

El sosiego y la maraña política en la que se enredaban hasta ahora las decisiones relativas a la conexión Alhambra-ciudad se esfumaron ayer con una inesperada rapidez. El pliego de condiciones para que las empresas interesadas puedan presentar sus ofertas y diseñar este vehículo turístico será aprobado hoy por la Junta de Gobierno local con la idea de que el misterioso transporte esté funcionando en mayo.

La inconcrección que envuelve al proyecto es tal, que lo único que se sabe hasta este momento de su recorrido es que partirá de las taquillas de la Alhambra y bajará por Cuesta Gomérez. Dónde, cómo y de qué manera lo hará le corresponde proponerlo a las empresas que concurran al concurso. El proyecto no supondrá gasto para el Consistorio ya que no será un servicio público subvencionado sino que la empresa adjudicataria tendrá que pagar un canon al Ayuntamiento por la concesión. En dicho pliego de condiciones se contempla un plazo de 10 años prorrogables a otros cinco años más.

El consejero de Turismo, reconoció ayer que Granada necesita la movilidad como elemento fundamental para desplazar hasta la ciudad a tres millones de visitantes que cada año vienen a Granada a contemplar la Alhambra. Eso sí, tanto él como el alcalde insistieron en que este futuro vehículo debe ser el más "ecológico y el más respetuoso con el entorno" que haya en el mundo.

"La Alhambra tiene que producir y tiene que generar algo más que disfrute y visitas" apuntó el consejero; una idea que fue expresada por el alcalde de forma bastante más llana: "A ver si conseguimos que los turistas gasten y dejen la máxima riqueza en la ciudad".

Ambas instituciones reconocieron que Granada es algo más que la Alhambra y que los turistas deben disfrutar de su gastronomía, su restauración, sus vinos y su oferta comercial y turística. "Teníamos un problema con la movilidad y lo convertimos en una oportunidad de mejorar la accesibilidad", declaró el consejero.

Entre los requisitos que más valorará el pliego de condiciones se encuentra el tipo de vehículo (que no contamine y que no haga ruido) y el diseño. "Hay que tener en cuenta que estamos comunicando un Patrimonio de la Humanidad con una ciudad turística e histórica y no vamos a aceptar ningún vehículo que no sea de ultimísima generación", manifestó el alcalde de la ciudad.

Olvidado ya aquel proyecto de ascensor a la Alhambra que se sugirió en el año 2011 y que requería la construcción de un túnel a las faldas de la Alhambra, el alcalde reconoció orgulloso que el nuevo proyecto no nesitará ningún tipo de obra. "Las empresas son las que decidirán el recorrido pero nosotros lo tendremos que aprobar. Evidentemente si lo quieren meter por algún sitio imposible le tendremos que decir que eso es imposible".

Las frecuencias, el itinerario y el número de vehículos necesarios son detalles que también están en manos de las empresas. ¿No se solapará este servicio con el que ya presta la línea 30 de Rober? "No, no, esto es otro concepto. Son turistas que llegan a la Alhambra y bajan a la ciudad, y los precios serán muy distintos porque no es un servicio público subvencionado", contestó el alcalde. La simplicidad de la propuesta hace que los ciudadanos se pregunten ¿cómo se ha tardado tantos años en tomarse una decisión así? "Porque nos parece una buena propuesta", dijo el consejero. El acuerdo llega tres días después del Pacto por Granada.

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