Hace menos de 20 días Granada aparecía en el mapa de Andalucía de un inmaculado blanco que hoy se ha tornado rojo y negro. De aquella extraña ausencia de casos de infección cuando el coronavirus estaba ya extendido, incluso por las provincias más cercanas, ésta ha pasado a ser una de las zonas que más preocupa a las autoridades, tanto por la incidencia de la pandemia entre la población como por su elevada letalidad. 

En términos absolutos, ninguno de los registros pone a Granada a la cabeza de Andalucía, donde Málaga es la peor referencia desde el principio de la crisis. Pero los expertos saben que es necesario evaluar esos datos en relación a la población de cada zona. Y ahí es donde la situación de esta provincia destaca y genera dudas sobre qué ha pasado para llegar ahí de una forma tan fulminante.

Evolución de casos de coronavirus en Andalucía.

Sólo con los registros oficiales (que dejan fuera miles de casos sin posibilidad de hacer pruebas), habría 104 personas infectadas por cada 100.000 habitantes, la tasa más alta de Andalucía, cuya media es de 64 casos. Contrasta con la incidencia en provincias limítrofes como Almería (31) o incluso Málaga, que en proporción a su población presenta una situación más favorable: tiene 79 enfermos por cada centenar de miles de personas, 25 menos que Granada.    

La traducción de estos datos a la realidad es que la situación sanitaria en Granada empieza ser más que delicada. El balance de la provincia en las cifras oficiales absolutas es que supera el millar de positivos (1.061), 556 de ellos hospitalizados y 67 muertes en menos de 20 días de crisis sanitaria. Las últimas 24 horas que ofrecen las estadísticas del Ministerio han suavizado el crítico fin de semana.

La provincia supera ya el millar de casos positivos, sobre todo tras el repunte del último día, de 98 nuevos enfermos confirmados. El mayor problema es que cada vez se suman más pacientes que requieren hospitalización, que en estas últimas horas han sido 63. Esto deja la situación global en 556 aislados en los hospitales granadinos, que ya han tenido que recurrir a las instalaciones habilitadas en el antiguo hospital Clínico. Además hay 50 personas ingresadas en la UCI, unas camas que ya están muy colapsadas, según los propios cálculos de la Junta en su plan de contingencia. 

Llama la atención el alto índice de contagiados registrados en las estadísticas oficiales que necesitan hospitalización. Es más de la mitad del total de casos positivos y desde el sábado pasado los pacientes ingresados son más que los que sólo requieren seguimiento en sus domicilios. Esa distancia no ha hecho más crecer en los últimos días. Ayer había 404 infectados en sus casas, frente a los 493 en el hospital. 

Esta rareza en los datos oficiales indica precisamente que el número de positivos reales tiene que ser de muchos más y que ha de haber gran cantidad de personas que está pasando la enfermedad en su casa sin que conste en los registros oficiales. Se tienen en cuenta para las estadísticas del Ministerio poco más que los casos graves o que desarrollan síntomas que conducen al paciente al hospital. 

El número de fallecidos es otro dato que pone a Granada en el punto de mira de las autoridades sanitarias. No dejan de registrarse nuevas muertes cada día a un ritmo demasiado alto, sobre todo para una provincia de este tamaño. Ya son 66 las víctimas mortales, un número cada vez más próximo al de Málaga (69), que con 1.321 infectados había ido siempre muy por delante del resto de provincias andaluzas en esta crisis.

La tasa de letalidad es la más alta del territorio andaluz, con un 6,87% de fallecidos respecto al número de personas enfermas. Para valorar mejor esa elevada proporción de muertes a causa del virus en Granada se puede ver el ejemplo de Sevilla, que tiene más pacientes confirmados, pero sus muertes son casi la mitad que las de Granada.  

En el apartado más positivo están las 89 personas que los hospitales ya han dado de alta en la provincia de Granada desde que comenzó la crisis del Covid-19. Además, hay 15 pacientes que se consideran oficialmente curados.