Luis llegó a Granada, alquiló un local en el aeropuerto y un chalé de lujo junto a la ciudad, se puso un traje elegante y comenzó a vender su proyecto: Hispania Airways, una compañía aérea que iba conectar esta ciudad con París, Londres o Roma de forma regular mediante una flota de aviones Airbus A-320. Pero este chófer de profesión, sin estudios ni experiencia previa en aviación, lo único que tenía en realidad era el registro de una sociedad limitada con 3.006 euros de capital social y una gran capacidad de seducción que desplegó en una provincia necesitada de proyectos ilusionantes.

El próximo 13 de octubre comienza en la Audiencia Provincial de Granada el juicio contra Luis Araque, ocho años después de aquel otoño en el que encandiló a viajeros, políticos, instituciones, periodistas y hasta empresarios del sector turístico con décadas de experiencia. Se enfrenta a una petición fiscal de seis años de cárcel por el supuesto delito continuado de estafa.

Según el relato de la Fiscalía, desde el 25 de septiembre de 2012 hasta el 19 de diciembre de ese mismo año puso a la venta 24 vuelos semanales con destino a Madrid, Barcelona, Londres, París y Roma, con reservas que abarcaban hasta la primavera de 2013. En ese periodo llegó a vender 1.008 billetes por un valor de 123.308 euros. Ese dinero que empezó a ingresar en otoño le sirvió para ir afrontando los gastos necesarios destinados a mantener su fachada hasta que el castillo de naipes llegó a desmoronarse aquella Navidad de 2012. 

Del millar de personas que compraron un billete de avión de Hispania Airways, 596 no consiguieron viajar, ni ser reubicados, ni recuperar su dinero por el servicio cancelado (muchos lo obtuvieron con la retrocesión de los pagos con tarjeta). De todos los defraudados, la Fiscalía ha conseguido localizar a 68 personas, con los detalles de sus casos concretos y que son posibles testigos en el juicio.

Luis Araque prometió inversiones millonarias en Granada

La historia comienza en Granada aquel verano de 2012, cuando Luis Araque alquila y decora con sus logotipos la oficina del Aeropuerto de Granada que le serviría para comenzar a simular la actividad de la supuesta compañía aérea. Luego arrenda el chalé de lujo en el que iba a vivir y a aparentar una solvencia económica "irreal". No llegó a pagar ninguna de las mensualidades de 1.400 euros. 

El siguiente paso fue convencer a una agencia turística local de que había llegado la oportunidad de sus vidas porque habían sido elegidos por esta compañía para comercializar sus vuelos, que le reportarían una comisión del 3% de cada emisión de billetes. En realidad, esta tarea que desarrollaría Vista Travel era imprescindible para el supuesto timador, ya que él carecía de las licencias legales necesarias para vender vuelos. De hecho, el engaño a los usuarios finalizó el 20 de diciembre, día en que esta compañía local comunicó a Hispania Airways que resolvía el contrato y dejaba de vender su producto, al descubrir que había cancelado decenas de vuelos ya vendidos y que no tenía intención de dar una solución al problema. 

En su escrito, la Fiscalía reprocha a Vista Travel no haber hecho "unas mínimas comprobaciones sobre la solvencia y viabilidad de Hispania Airways, sobre sus condiciones administrativas y sobre la posibilidad de cumplir con los servicios ofertados que se facturaban" a través de su empresa. Unos chequeos que serían "sencillos y rápidos", pero que nadie se encargó de hacer. 

Ese contrato con la empresa local "consolidada y asentada en los mercados nacionales e internacionales, con larga experiencia en el sector y con todas las autorizaciones" fue vital para el supuesto timador, pues no solo le permitió la venta material de los billetes de avión. También "otorgaba al acusado otro medio externo que incrementaba una apariencia de realidad y seriedad empresarial". Los consumidores pagaban a Vista Travel, compañía que luego transfería a Hispania Airways los importes, una vez restada su comisión. 

Una vez asentado en Granada y con este contrato bajo el brazo llegó la gran actuación de Luis Araque y su incursión en la vida pública. Se ganó la confianza de las principales administraciones locales, el Ayuntamiento de Granada y la Diputación Provincial, ambas gobernadas entonces por el PP. En la sede de esta última se llegó a celebrar un acto formal de presentación en el que se escenificó todo el apoyo institucional, aunque no hay constancia de que hubiera dinero público en juego más allá de los gastos de estos eventos.

Los máximos representantes de la ciudad y la provincia, tanto políticos como de la sociedad civil, asistieron a la presentación de una compañía que decía tener una flota propia, una plantilla de 50 personas y unas previsiones de inversión de 750.000 euros, con expectativas de aumentar hasta los 2 millones en poco tiempo. A este apoyo político, el acusado sumó el despliegue de una gran campaña de marketing y publicidad, tanto en medios locales como nacionales. Todo ello se iba financiando con la venta de los primeros billetes, según sostiene ahora el fiscal del caso. 

El vuelo inaugural lituano

Hispania Airways, la estafa de altos vuelos que aterrizó en Granada

Pero Luis Araque y su empresa no tenían aviones propios, ni licencias legales, ni título de operador aéreo. Y llegaba la fecha en que estaba previsto el vuelo inaugural, en el puente de diciembre de 2012. Para no tener que parar la rueda de la venta de billetes de vuelos que ya alcanzaban hasta la primavera siguiente, dos días antes, "de forma improvisada", el acusado recurrió a un avión de alquiler mediante un contrato verbal con una empresa rumana de vuelos chárter.

De este modo hubo vuelo inaugural en aquel puente de diciembre, con un avión MD83 (nada del Airbus anunciado), operado por otra firma que tenía permisos aéreos lituanos. Los representantes políticos y empresariales de la provincia que fueron aquel día a hacerse la foto a la pista del Aeropuerto con el avión lituano rotulado con el nombre de la compañía de Luis Araque al fondo y los 143 pasajeros de aquella expedición "desconocían formar parte de los trayectos ideados para asegurar la persistencia de la actividad delictiva". 

Pasajeros del primero vuelo de Hispania Airways

Pocos días después de aquel vuelo alquilado del puente de diciembre, y justo antes de la Navidad, periodo para el que ya había vendido muchos billetes, comenzó a cancelar vuelos "pretextando errores en la ruta o problemas de ocupación". Pero seguía vendiendo billetes a través de Vista Travel, la compañía local que ante el problema surgido optó por reubicar a algunos pasajeros (157) en otros vuelos con el dinero obtenido de la venta que en esos momentos tenía en sus cuentas. Y el 20 de diciembre dejó de vender vuelos de Hispania Airways, a la que comunicó la resolución del contrato. Ahí se paró la música y más de 700 pasajeros se quedaron en tierra.