El martes, el mayor de los hijos de Juana Rivas declaró ante el Tribunal de Cagliari. En su testimonio relató una situación en la que habrían sido víctimas de malos tratos tanto él como su hermano menor. Así lo indicó ante el juez, el fiscal de Cagliari y la perito asignada por el tribunal que llevó a cabo las periciales que se encontraban en dicha audiencia. Ante ello, Juana Rivas ha solicitado “medidas cautelares urgentes de protección” para los dos menores.

Tal y como ha indicado la plataforma de apoyo a Juana Rivas, “según ha quedado recogido en la transcripción de la referida audiencia”, el menor respondió a todas las preguntas del juez y del Ministerio Fiscal, en las que habría confirmado también los “episodios de malos tratos denunciados por su madre”, agregando que “que no desea vivir con su padre y que le tiene miedo”.

Tras ello, los menores regresaron con su padre, Francesco Arcuri, quien tiene la custodia provisional, por lo que la defensa de Rivas ha reiterado la petición de que se adopten medidas cautelares urgentes de protección para los niños, ante la "gravedad de los hechos relatados".

En el informe pericial se propone que la custodia sea para el padre, un informe del que desde la plataforma de apoyo a Rivas pidieron su anulación. Esto se debió a que entienden que la decisión de que Arcuri mantenga la custodia viene propiciada por "la aplicación del Síndrome de Alienación Parental (SAP)". Según consideran, este síndrome es una "teoría pseudocientífica que se emplea para culpar a las mujeres de los miedos o angustias razonables de los niños hacia su padre violento".

Juana Rivas continua desde hace unas semanas en Italia, después del incidente ocurrido en la semana del 21 de octubre, cuando decidió no entregar los niños al padre y denunciarle por supuestos malos tratos al pequeño. Cuatro días después, el 25 los devolvió. Todo ello después de que la justicia italiana emitiera una orden para que así lo hiciera tras la denuncia de Arcuri, que ha negado de forma reiterada estas acusaciones.