La Junta autoriza temporalmente a los chiringuitos para abrir en verano

Cuando la temporada estival está a la vuelta de la esquina, los propietarios de los chiringuitos de la Costa Tropical tan sólo se tienen que preocupar de que se consoliden temperaturas como las de ayer y de que las playas del litoral de Granada se llenen de bañistas. Su problema de regularización sigue pendiente, pero mientras que la Junta espera que el año que viene se haya resuelto de manera definitiva, durante este verano pueden respirar tranquilos, ya que el Ejecutivo autonómico ha otorgado autorizaciones temporales que les dan cobertura legal y les evitarán sanciones.

En este 2012 se han solicitado ante la Delegación de Medio Ambiente en dominio público marítimo terrestre un total de 81 instalaciones de temporada relacionadas con el suministro de bebidas y comidas en las playas de la provincia de Granada. De ellas, se han autorizado un total de 64 instalaciones y se han denegado 17.

La Junta de Andalucía aclara que en ningún caso esta medida de autorización de temporada supondrá la adquisición de más derechos por parte del propietario del chiringuito, ya que desde la Administración autonómica recuerdan que los propietarios de estos establecimientos de playa tendrá que tramitar igualmente la concesión que le permitirá desarrollar su actividad de forma legal durante los próximos 15 años.

Con estas autorizaciones en la mano, al menos los empresarios del sector evitarán las sanciones que pueden derivarse de una situación que lleva años pendiente de solucionarse y que desde el año pasado es una competencia propia de la Junta de Andalucía a raíz del traspaso desde la Administración central.

Los chiringuiteros granadinos han negociado este año con los ayuntamientos de la Costa para que a través de ellos presentaran con antelación los planes de playa a la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía lo que permite otorgar el permiso a los chiringuitos a través de las administraciones locales.

El año pasado sólo Motril se adelantó a la campaña estival para registrar su plan de playas, lo que ocasionó una situación paradójica, ya que en este municipio por haberse aprobado este plan se podían asar espetos mientras que en el resto de localidades de la Costa de Granada no. En dicho documento los ayuntamientos recogen las ocupaciones y actuaciones que se van a materializar en la franja del litoral de su localidad durante ese año.

De las 11 administraciones locales del litoral de Granada, 8 han optado por gestionar planes de playa y sólo los municipios de Gualchos-Castell de Ferro, Rubite y Sorvilán no los han presentado. Llama la atención que Almuñécar ha vuelto a presentar un plan de playas este año, algo que no ocurría desde 2006.

Estas autorizaciones se solicitaron a lo largo del mes de enero, salvo Polopos-La Mamola y Salobreña, que registraron su solicitud el 8 de febrero en el Plan de Playas de la Junta de Andalucía para 2012.

Motril, Almuñécar, Salobreña y la Entidad Local Autónoma de Carchuna-Calahonda consiguieron la autorización en los primeros días del mes de abril, a las puertas de la Semana Santa, tal como anunció la delegada de la Junta de Andalucía en Granada, María José Sánchez, para evitar los problemas que se ocasionaron en la temporada pasada, relativos a que tras la polémica por los espetos recibieron los permisos a escasos días de Semana Santa.

Torrenueva también lo consiguió el 24 abril, mientras que Lújar, Polopos-La Mamola y Albuñol han conseguido en esta semana una propuesta favorable, por lo que en breve y siempre antes de que comience la campaña estival lograrán la autorización.

El presidente de la Asociación de Chiringuitos de la Costa Tropical, Francisco Trujillo, recuerda el mal momento que está pasando el sector por la crisis y la climatología. "Sabíamos que este año iba a ser malo, así que estamos deseando que lleguen los meses estivales a ver si se recupera un poco la temporada y podemos cerrar el año con el apelativo de malo y no de muy malo", asegura.

Con estos permisos los chiringuitos han conseguido una licencia anual, un paso previo, a la espera que la Administración autonómica mediante resolución les conceda la concesión definitiva que les aportará seguridad jurídica. En definitiva, les dará estabilidad y eliminará la temporalidad actual.