Granada

La Junta reconoce 125 agresiones a docentes en los últimos cinco años

  • El informe, ofrecido por el PP, afirma que durante el pasado curso se denunciaron veinte casos en apenas dos trimestres · Los hechos tuvieron lugar en 33 colegios y 22 institutos de la provincia

En los últimos cinco cursos se han contabilizado hasta 125 casos de agresión a profesores en el ejercicio de su trabajo en la provincia de Granada. El dato, ofrecido por el Partido Popular pero recopilado por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, refleja una evolución positiva en cuanto al número de casos registrados en 2005/2006, aunque apunta a un ligero aumento de los casos en los últimos tres cursos.

Hasta 46 de estas 125 denuncias registradas se produjeron en el curso 2005/2006. Lo insostenible de la situación obligó a regular a asistencia jurídica del personal docente que trabaja para la Administración autonómica (BOJA del 21 de marzo de 2007) y a dotar a los docentes del estatus de autoridad pública.

La reacción se tradujo en una notable mejora cuantitativa. De 46 casos denunciados se pasó a menos de la mitad, concretamente 22, en el curso 2006/2007, y de ahí a 18 en 2007/2008.

Ese curso fue el mejor del último lustro. En el siguiente (2008/2009) se contabilizaron 19 agresiones, y en los dos primeros trimestres de 2009/2010, la tasa se elevaba a veinte, de lo que se deduce que en durante esos seis meses de los que se tienen datos, cada diez días un docente pasaba por el durísimo trance de denunciar una agresión en el aula.

En total, han sido 125 casos hechos públicos en un lustro. Tuvieron lugar de 55 centros educativos de la provincia de Granada, 33 de ellos colegios y el resto, hasta 22, institutos de Secundaria.

Estos datos -obtenidos por el PP en respuesta parlamentaria- fueron dados a conocer ayer en rueda de prensa por Santiago Pérez, portavoz de Educación del PP andaluz, quien reseñó que la Consejería que dirige Francisco Álvarez de la Chica "tiene identificados a 1.200 menores autores de las agresiones" al tiempo que consideró que "las medidas no son tan eficaces como nos hacen creer". En este sentido reseñó que para mejorar los datos sobre violencia en las aulas "el camino es colaborar con el profesor".

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