A las 13:34 horas comenzaba la sesión plenaria extraordinaria y urgente que tenía previsto su inicio a las 13:30 horas y que serviría para ratificar la renuncia como alcalde de la ciudad de Luis Salvador. Llegó el final de los 748 días que el ya exalcalde de Granada ha estado como regidor del Consistorio.

El pleno no pudo ser más rápido, un mero trámite. Luis Salvador tomaba la palabra para iniciar la sesión, justo después de fundirse en un fuerte abrazo con el popular Luis González. Tras aprobar los dos únicos puntos del día, el de carácter de urgencia de la convocatoria, y el de la puesta en conocimiento de la renuncia de Luis Salvador, el edil de ciudadanos leyó su carta de despedida, un texto que ya emitió ayer su gabinete, con el que quería despedirse de los granadinos. Al término del mismo, diez minutos escasos desde el inicio del pleno, Luis Salvador dio por terminada la sesión y se marchó del salón de plenos.

De esta manera, la composición del pleno, la comparecencia de los 26 concejales restantes fue meramente testimonial, solo sirvió para dejar verse a rostros que hacía tiempo que no aparecían y poder intuir así cuáles son sus simpatías, renovadas tras la dimisión de Luis Salvador. El foco estuvo, en este sentido, en los no adscritos: Sebastián Pérez llegó muy discreto, apenas mantuvo contacto con nadie y, con las mismas, se marchó; Lucía Garrido tuvo unas palabras previas con el portavoz popular César Díaz; Manuel Olivares se dejó ver en público charlando abiertamente con Díaz.

Quedaban atrás, con este pleno, poco más de dos años de mandato, un mandato turbulento, que comenzó ya de una manera inesperada y sorpresiva con Luis Salvador como alcalde, casi al igual que ha terminado, y que ha encontrado multitud de obstáculos por el camino, para acabar entre múltiples disputas, dimes y diretes.