Manolo Garrido: una voz para la Historia

El Ayuntamiento ha distinguido con el Diploma al Mérito por la Ciudad de Granada al conocido locutor, que fue voz de Radio Granada durante "treinta y muchos años" Oyentes y compañeros aplauden este merecido tributo

Yenalia Huertas

02 de mayo 2013 - 01:00

Manolo Garrido (Víznar, 1946) es de esas personas que derrochan maestría al hablar. Cuando uno conversa con él no puede sino envolverse en su voz y dejarse arrastrar por un torrente de vivencias que justifican que su nombre haya sido y siga siendo uno de los más importantes de la historia reciente de la radiodifusión local. En la sencillez, dice, puede estar el secreto de su éxito, por el que acaba de ser reconocido en su tierra. El Ayuntamiento le ha concedido el Diploma al Mérito por la Ciudad de Granada, una distinción que ha sido aplaudida tanto por sus compañeros de profesión como por sus fieles oyentes y que le será entregada a principios del año que viene.

Fue el propio alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, quien le llamó hace unos días personalmente para darle la noticia. "Fue una sorpresa muy grata y muy agradable", manifiesta el locutor con la vehemencia y sosiego que le caracterizan. Su tono es educado y afable, y sus frases están marcadas por invisibles acentos, oportunas pausas y subrayados imaginarios que hacen que el mensaje llegue y cale a su interlocutor, a quien siempre se ha dirigido de forma exquisitamente respetuosa.

Durante los "treinta y muchos años" que ha estado en la radio, además de cosechar grandes amigos en el mundo del 'artisteo' (Lola Flores, Mari Fe de Triana, Chiquetete...), ha descorchado muchísimos triunfos: la audiencia subía como la espuma cada vez que se ponía al frente de un programa. Basta con recordar Madrugada -que tuvo una gran repercusión y no sólo a nivel provincial- o Los superventas.

"Reconozco que los programas que he hecho han tenido aceptación", admite satisfecho, al tiempo que comenta que aún hoy, dos años y medio después de haberse jubilado, entra a un supermercado o a un hospital y es identificado nada más abrir la boca.

Garrido no miente cuando afirma que siempre se ha mostrado como es: muy granadino y muy auténtico. Quizás por eso se le ha oído y seguido tanto. "Lo importante -añade- es saber llegar a la gente", aparte de tener una dicción determinada y un modo de expresar ideas y sentimientos que capte a quien escucha.

Para hablar de sus inicios en la radio hay que rebobinar hasta los años 70. Comenzó en La voz de Granada, colaborando en un programa musical después de superar unas pruebas. Fue Elena Espigares, que además es de su pueblo, quien le dio la alternativa al ver en él "algunas cualidades". En aquella época, trabajaba en una casa de discos y estudiaba por la noche. "Daba los discos más vendidos en Granada por teléfono a la radio, y a mí aquello me encantaba, pues soy un enamorado del medio desde que tengo uso de razón".

Aquella oportunidad que le brindó su paisana le sirvió de trampolín para meterse de lleno en el mundillo radiofónico. Su siguiente escala fue La Cope (Radio Popular), donde hizo el sonido de los 70, La noche es joven. Allí destacó tanto que fue reclutado por Radio Granada, donde, tras poner voz a distintos programas de éxito -y no solo musicales-, llegó a jefe de programas musicales. Durante su última etapa en los estudios de la Ser fue delegado de Radio Olé.

Aunque las ondas fueron su cuna como comunicador y en ellas se hizo grande, se introdujo en el medio televisivo cuando nació Alhambra RTV. En esta cadena local, precursora de la también desaparecida Localia TV, recorrió todos los rincones de la provincia, incluidos anejos y pedanías, con su espacio Así somos, que luego pasó a llamarse Granada, pueblo a pueblo.

Ahora, a veces echa de menos la radio, otras no. Sencillamente porque el medio "ha cambiado mucho", dice con cierta nostalgia. Antes, como recuerda, la radio era más local, más directa y más participativa.

"Hay una frase -comenta- que es muy mía, que además muchos compañeros la utilizan y siempre me lo recuerdan y me emociona, que es: Porque lo nuestro es lo primero". Ese amor por lo nuestro le ha llevado, siempre que ha presentado un programa musical, a buscar incansablemente títulos de canciones relacionadas con Granada, para dedicarlas a sus seguidores. "Cuando estaban tan de moda las sevillanas, yo he puesto las que estaban relacionadas o con Granada, o con las ocho provincias andaluzas, o con el Rocío y el amor y el desamor; nunca he elegido la música al azar, siempre ha habido un porqué", recalca.

Garrido es un periodista muy autocrítico. Piensa que "todo es mejorable" y le gusta que las cosas salgan bien. A él su vida profesional le ha salido más que bien. Enhorabuena, Manolo. Todo un honor.

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