Un hombre, de 39 años y de nacionalidad rumana, murió tras recibir cinco puñaladas supuestamente por parte de un compatriota, de 42, que resultó herido de gravedad al precipitarse desde un tercer piso en Otívar cuando intentaba huir de la Guardia Civil que se desplazó al lugar de los hechos tras recibir el aviso del 112.

El suceso se produjo pasadas las 23:00 horas de la noche del pasado domingo. Al parecer, la agresión se originó tras una disputa entre los dos hombres. Según el relato de la mujer del agresor a la Guardia Civil, los dos hombres habían estado bebiendo cuando comenzó la pelea en una casa situada en la carretera del Suspiro del Moro, en Otívar. La discusión se enconó y, en un momento dado, el agresor cogió un cuchillo y asestó cinco puñaladas a la víctima, tres de ellas en el costado que afectaron al corazón y otras dos en un brazo.

La mujer comenzó a gritar, lo que alertó a los vecinos, que fueron los que dieron aviso al Centro Coordinador de Emergencias 112. Hasta el lugar se desplazaron efectivos sanitarios y de la Guardia Civil, que al llegar al lugar de los hechos comprobaron cómo un hombre se precipitaba al vacío desde la azotea de la casa, en un tercer piso, al parecer cuanto intentaba huir de los agentes.

El supuesto agresor fue evacuado inicialmente al Hospital Santa Ana de Motril pero, dada su gravedad, fue trasladado hasta el de Traumatología de la capital, donde permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos y bajo custodia policial. Su estado es muy grave, según fuentes de Salud.

Según el alcalde de Otívar, Francisco Robles, se trata de unos hechos "muy lamentables" y todavía se desconoce el origen de la riña que originó la agresión. Según el regidor, ambos hombres se dedicaban a tareas agrícolas y covivían en la misma casa desde hacía "varios años". "No tengo conocimiento de que hubiera habido ninguna pelea anterior", explicó el alcalde, que añadió que el municipio se encuentra consternado por los hechos. "El pueblo no está acostumbrado a este tipo de sucesos", señaló Robles.

Ahora se está a la espera de que los familiares del fallecido decidan qué hacer con los restos, si son trasladados a su país de origen o si finalmente reciben sepultura en Granada.