Un total de 50 testigos propuestos por las partes desfilarán esta semana por la sala de vistas del Juzgado de lo Penal número 3 de la capital, con motivo del juicio por el robo de la caja fuerte del Granada CF ocurrido en octubre de 2011 en las oficinas que tiene el club en el Estadio de los Cármenes, que comienza hoy y se prolongará hasta el jueves, según han informado a este diario fuentes del proceso.

Según estas mismas fuentes, entre los testigos figuran el presidente y el secretario del Granada CF, Enrique Pina y Pedro González, que deberán comparecer para ofrecer su testimonio mañana miércoles. En la causa hay tres acusados, entre los que se encuentra el jefe de seguridad de la empresa municipal encargada del mantenimiento y seguridad del recinto en aquellas fechas. Los dos procesados restantes son un técnico instalador y el gerente de Tecnimatic Security Sistems, quienes, según el club, estaban encargados "de configurar la frecuencia de los mandos de apertura de puertas".

Todos ellos se enfrentan a penas de 3 y 5 años de prisión por un delito de robo con fuerza en las cosas. En concreto, la Fiscalía pide tres años de cárcel, mientras que el Granada CF, personado como acusación particular en la causa, solicita penas de cinco años de prisión para los tres presuntos responsables del robo, que tuvo lugar el 18 de octubre de 2011. Ese día desapareció la caja fuerte que guardaba la recaudación obtenida por la venta de entradas del encuentro disputado entre el club rojiblanco y el Barcelona FC, la cual ascendía a más de 131.000 euros.

Fue el Juzgado de Instrucción número 1 de la capital, Basilio García, el que investigó los hechos y el que acabó procesando al jefe de seguridad de GEGSA en el momento de los hechos, Juan Carlos C.S., así como a Daniel y Jonathan L.G., las otras dos personas que acabaron siendo detenidas por la sustracción.

Tanto el Granada CF como la Fiscalía consideran, sin perjuicio de lo que finalmente se determine en el juicio, que los tres acusados cometieron un delito de robo con fuerza en las cosas. El club rojiblanco pide una pena mayor de prisión porque tiene en cuenta la elevada suma del botín.

Las partes acusadoras sostienen que los tres encausados, que tenían acceso a los sistemas informáticos de control, cámaras de vigilancia y almacenaje de las grabaciones, "actuando de común acuerdo y con ánimo de obtener un ilícito beneficio patrimonial, planificaron la sustracción de la caja fuerte ubicada en las oficinas de la entidad deportiva". Sobre la supuesta participación de cada uno en el robo, las acusaciones señalan que el jefe de seguridad fue quien el día anterior al suceso procedió "a la desconexión del sistema de vídeo vigilancia y grabación compuesto por múltiples cámaras repartidas por el estadio de fútbol, garantizando de esta manera la movilidad de los acusados sin ser grabados".

El día de los hechos, entre las 22:43 y las 22:50 horas, siempre según el relato de las acusaciones, los procesados procedieron "a desconectar el sistema de alarma de las oficinas del club de fútbol" granadino, lugar donde se encontraba la caja fuerte, así como a desconectar el circuito de vídeo vigilancia interno, "burlando así los sistemas de apertura de puertas codificados y personalizados, alarmas antirrobo y elementos volumétricos de detección de movimiento". La cantidad sustraída ascendió a 131.010 euros, que no han sido recuperados y que el club reclama.