Pleno de organización municipal

PP y Cs superan su primera prueba de gobierno gracias al voto de las izquierdas

  • PSOE y Podemos-IU apoyan un pleno de organización en el que Vox se queda solo en la oposición

Los ediles del Cs y PP votan a favor en el pleno de organización y Vox lo hace en contra.

Los ediles del Cs y PP votan a favor en el pleno de organización y Vox lo hace en contra. / Álex Cámara

La estructura de gobierno municipal propuesta por PP y Cs echa a volar, "pese a tener las alas muy cortas", según espetó el portavoz de Vox, Onofre Miralles, y todo ello gracias al bloque de izquierdas. El ejecutivo municipal superó su primera gran prueba de gobierno en un escenario en el que se vio un intercambio de papeles: PSOE y Podemos-IU, que 33 días antes votaron en contra de la investidura de Luis Salvador como alcalde de la ciudad, apoyaron los nueve puntos sometidos a votación que fueron llevados a un pleno en el que Vox, que sí dio sus votos a PP y Cs para formar gobierno el 15 de junio, se quedó totalmente solo en la oposición.

Durante un mes, y sobre todo en la última semana, el equipo de gobierno ha negociado con el resto de grupos políticos la votación de una estructura municipal que finalmente salió ayer adelante y no por la mínima –sólo necesitaban tres votos más–, sino que obtuvo el respaldo de 24 de los 27 concejales que componen el Ayuntamiento de Granada durante el pleno de organización. Trece votos de una izquierda (Podemos-IU y PSOE) que pese a que empezó el pleno cuchillo en mano, acabó votando a favor de todos los puntos.

Lo que estaba en juego, grosso modo, era el reparto de las representaciones de cada grupo político en organismos, empresas participadas (como Emucesa o Emasagra), comisiones delegadas –donde se delibera antes de cada pleno–, consejos rectores o juntas de distrito, así como el reparto de las retribuciones de los concejales que dependía de cómo se distribuyeran las dedicaciones exclusivas (pueden darse un máximo de 18) entre los concejales.

El PSOE mantuvo durante todo el pleno un discurso beligerante basado sobre todo en el coste de la nueva estructura municipal. Según manifestó el concejal socialista Miguel Ángel Fernández Madrid, el sobrecoste del planteamiento de PP y Cs era de 400.000 euros anuales, lo que provocó uno de los momentos más tensos, después de que el popular César Díaz defendiese que la diferencia respecto al mandato anterior era de sólo 25.000 euros, que además justificaron en que el gobierno está formado por once concejales frente a los siete del PSOE.

PSOE y Podemos-IU aseguran que su decisión se toma en aras de la “gobernabilidad”

Tal fue así, que Díaz tiró de números y anunció que el coste total de la estructura del equipo de gobierno era de 1.295.790,77 euros, repartidos entre nueve coordinadores y ocho directores generales –cuatro de los primeros y siete de los segundos funcionarios, a los que sólo se les habrá que abonar la diferencia entre el sueldo que tenían y el de su nuevo cargo–, el alcalde, siete tenencias de alcaldía, y tres concejales, de los que dos, en concreto los populares Josefa Rubia y Carlos Ruiz Cosano, únicamente tienen una dedicación del 75%, todo ello para así compensar el incremento de tenencias de alcaldía –hay cinco más– respecto al anterior gobierno socialista y que no suponga más gasto económico, como exigía el bloque de izquierdas.

Los socialistas, que ayer votaron a favor pese a que hace unas semanas llegaron a amenazar con una moción de censura, se basaron en que el equipo de gobierno habría cedido a un "ultimátum" que habrían lanzado el jueves en el que exigían más representación en las empresas participadas y organismos municipales, para así respetar la "proporcionalidad" que salió de las urnas el 26 de mayo. Es decir, que pidieron incrementar su representación al ser la fuerza más votada de la capital.

A ello, cedieron PP y Cs, sobre todo en las empresas participadas como son Emucesa y Emasagra, las dos 'joyas de la corona' a nivel municipal –según Fernández Madrid, los socialistas tuvieron que "llegar al extremo de poner el ultimátum para tener la representación que corresponde" en estas dos empresas– debido al importante montante económico con el que cuentan. Finalmente, el PSOE tendrá cuatro concejales con dedicación exclusiva (liberados de sus trabajos y cobrando el 100% del sueldo de concejal), cuyo reparto se decidirá el lunes, según fuentes internas del partido.

Por su parte, Podemos-IU, formación que se queda con dos dedicaciones exclusivas que irán para el portavoz, Antonio Cambril y para el concejal Francisco Puentedura, y que se postulaba en un principio como una de las más combativas, acabó siendo la más benévola del pleno en cuanto a sus 'ataques' a las propuestas de PP y Cs. Pese a que incluso llegó a denunciar la "falta de paridad" en el equipo de gobierno –de los once concejales sólo tres son mujeres– o expresar el "engaño" por la estructura municipal planteada –"no nos gusta nada que haya una persona más.

Esto no fue lo que se habló ya que dijimos que la suma de directores generales y de área tenía que ser inferior que la anterior", según expresó Cambril– finalmente dio sus apoyos a PP y Cs, algo que Cambril justificó con que "si votaba a favor, es porque el gasto es menor", pese a haber denunciado públicamente en el pleno que "en una conversación en una bar, nos ofrecieron un aumento de sueldo de los concejales", algo que el alcalde negó conocer. En este sentido, aceptaron las cifras enunciadas por César Díaz, unas cuantías que, según denunció Vox y también indicaron las izquierdas, no se les entregaron por escrito.

Miralles justifica la negativa de su formación con “no saber qué se estaba votando”

De este modo, la postura de PSOE y Podemos-IU, tal y como indicaron tras el pleno, fue de "apoyo a las propuestas en aras de lograr la gobernabilidad y mirar por el bien de Granada", mientras que Vox –se queda con una dedicación exclusiva que no será para el portavoz, sino para una concejal–, pese a estar sentado en el mismo ala que los partidos de gobierno, justificó su negativa en "no saber lo que se estaba votando", ya que los expedientes fueron modificados la misma mañana de ayer, antes del pleno.

"Queremos manifestar nuestra sorpresa por estos cambios de última hora", indicó el portavoz de Vox, Onofre Miralles, que además mantuvo como consigna que este gobierno "tiene pocas y cortas alas para gobernar", y que resumió lo ocurrido en el pleno parafraseando la copla popular de La bien pagá: "Maldito parné, castigo de Dios".

Precisamente, esto fue aprovechado por el portavoz socialista, Paco Cuenca, para dirigirse al popular Sebastián Pérez, que estuvo un tanto ausente y tan sólo intervino en el pleno para levantar la mano en la votación, y decirle: "Vaya papelón, señor Pérez, da cierta penilla. Otra vez se ha vuelto a colar de tapadillo lo de los tenientes de alcalde y la vicealcaldía". Precisamente, el popular aguarda que salga el fallo de la Audiencia Provincial sobre el recurso a la decisión judicial de impugnar el Congreso Provincial por el que fue reelegido presidente del PP de Granada, algo que previsiblemente se conocerá la próxima semana.

Ahora sí, arranca de forma oficial el nuevo mandato municipal de Granada con un bipartito entre Cs y PP, en el que los segundos tratarán de alejarse de lo ocurrido durante su última etapa al frente del Ayuntamiento, con un alcalde, José Torres Hurtado, que acabó detenido por corrupción a raíz del estallido del Caso Nazarí, y que ayer volvió a estar presente en el pleno.

Una "torpeza", por la que pidió disculpas Luis Salvador, hizo que el nombre de Torres Hurtado se colase en uno de los expedientes que se llevaban a pleno, concretamente el punto 14 –en el que se debatía la designación de representantes en Organismos e Instituciones–, que llevaba la firma de Salvador y que tuvo que ser modificado antes de comenzar la sesión plenaria.

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