De Informática al PTS: La Universidad de Granada levantará una facultad y tres nuevos edificios en los próximos seis años
UGR
El programa electoral con el que ganó las elecciones a rector Pedro Mercado marcará el plan de infraestructuras de la UGR para los próximos seis años
"Ha llegado el momento de hacer una decidida apuesta por las infraestructuras para las personas y para el trabajo universitario". Así lo expuso el rector de la Universidad de Granada, Pedro Mercado, en la toma de posesión el pasado 5 de julio en el crucero del Hospital Real. Tras años de contención en cuanto a inversiones en bienes inmuebles, la UGR afronta en el mandato de seis años que acaba de comenzar un plan de infraestructuras y de equipamiento científico que tendrá como infraestructuras "más acuciantes", tal y como Mercado recogía en su programa electoral, actuaciones como el nuevo edificio en la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Informática y de Telecomunicación, la nueva Facultad de Odontología en el PTS, el aulario de Cartuja o la rehabilitación de la comisaría de calle Duquesa.
A estas acciones se suma un nuevo inmueble en Fuentenueva, obras en el módulo de Química, una estación biológica en La Resinera o el desarrollo del plan director de la Azucarera. Estas actuaciones, y otras relacionadas con los campus de Ceuta y Melilla, requerirán de un presupuesto que rondará los 100 millones de euros, según ha explicado en varias ocasiones el rector Mercado.
Estas propuestas, según expuso Mercado en su toma de posesión, tienen como objetivo "mejorar los espacios de los centros, su habitabilidad como lugares de trabajo, la mejora de su eficiencia energética de acuerdo a un plan de infraestructuras sostenible y que empiece a dar soluciones efectivas a los problemas de los distintos campus". Se pretende en este plan de infraestructuras "apostar por los proyectos transformadores pero sin comprometer la prioridad básica de dar repuestas a las necesidades de nuestros campus y de nuestros centros".
Esas "necesidades" no son nuevas. El nuevo edificio de Informática, en Aynadamar, es una reclamación del centro de hace años, que siempre ha alegado que no puede sacar más partido al espacio con el que cuenta y que es necesaria esa ampliación para dar respuesta a la gran demanda de los estudios que oferta. De hecho, el plan de la UGR es duplicar los grupos de primer año de Informática y Telecomunicación el curso 2024/2025. Durante estos años se ha podido paliar el problema de espacio mediante cesiones de espacio y ya durante el mandato de Pilar Aranda, en 2021, se acordó con el Ayuntamiento la cesión de una parcela de 1.700 metros cuadrados, justo junto a la Escuela, para el nuevo edificio del campus de Aynadamar.
Otra infraestructura destacada es la nueva Facultad de Odontología. Actualmente estos estudios se imparten en el Colegio Máximo de Cartuja, edificio compartido con Documentación y Comunicación. El inmueble, que cuenta con la Sala Máxima como elemento destacado, es uno de los más singulares de Cartuja, pero la idea de la UGR es reorganizar los estudios biosanitarios y avanzar en el traslado de todas las titulaciones afines al PTS, donde ya se encuentran Ciencias de la Salud y Medicina. Faltan Odontología y Farmacia. El nuevo edificio para los odontólogos sería, posiblemente, compartido con un centro de investigación también relacionado con otra de las ramas que más proyección tienen en la UGR, la inteligencia artificial. "Ya nadie da dinero para construir una Facultad", reconoció Pilar Aranda cuando presentó el proyecto de la Azucarera, hace unos meses, en una afirmación que explica la necesidad de contar con espacios polivalentes. A su vez, este traslado de Odontología permitiría liberar espacio en Cartuja, un campus que requiere de una reorganización que está sobre la mesa.
Precisamente en Cartuja se proyecta un aulario que permita descongestionar espacios como la Facultad de Filosofía y Letras. Este centro actualmente cuenta con sus estudios de Filosofía radicados en la Facultad de Psicología y el pasado año se intentó trasladar algunas de las clases de los grados de Historia e Historia del Arte al edificio del V Centenario -antigua Facultad de Medicina en la Avenida de Madrid-, movimiento que se encontró con la contestación del estudiantado y que finalmente no cuajó. Con todo, quedó claro que se requería de nuevos espacios y Mercado recogió en su programa electoral tanto la construcción de un aulario como la reorganización de espacios. En Cartuja también se debe ultimar la intervención en el Albercón del Moro, espacio que se quiere poner al servicio de la ciudad como lugar de ocio y esparcimiento. Ya está operativo un espacio expositivo y de interpretación del entorno bajo el formato de museo abierto.
No sólo en Cartuja hay problemas de espacio. Otro de los campus que reclaman mejoras es el de Centro. En este espacio, que se distribuye en la almendra central de la ciudad, están las facultades de Derecho, Ciencias Políticas y Sociología, Relaciones Laborales y Recursos Humanos, Trabajo Social y Traducción e Interpretación. En este campus lo más destacado de lo propuesto para el próximo sexenio es rehabilitar el edificio de la antigua comisaría de la calle Duquesa, muy próximo a la Facultad de Derecho y a su biblioteca, que se trasladó a lo que antes era la Delegación de Educación.
La comisaría fue comprada por la UGR en 2012 por 1,9 millones de euros y Derecho propuso su rehabilitación para despachos y espacios necesarios para la docencia, como seminarios. Han pasado más de diez años y la falta de fondos -2,4 millones era el coste estimado de la reforma hace unos años- ha impedido la rehabilitación del inmueble adquirido al Gobierno a un precio muy conveniente. Ahora, el edificio -que tuvo que ser sellado con planchas metálicas en las ventanas para evitar que fuera okupado- y otro inmueble aledaño se plantea como elemento sobre el que basculará posiblemente la solución a problemas de espacio en Derecho y también en Trabajo Social y Relaciones Laborales y Recursos Humanos. Ambas facultades comparten edificio en López Argüeta y desde hace años está sobre la mesa la necesidad de mejorar sus infraestructuras. Así, el programa electoral señala que además de meterse en obras en la comisaría, se reorganizarán "los espacios y aularios de las distintas facultades" de ese campus.
Los nuevos edificios destinados a la investigación -en Aynadamar, Fuentenueva y el PTS, donde irá Odontología- tendrán carácter "polivalente", para "atender nuevas y futuras demandas de acuerdo con la actividad real de los distintos grupos de investigación".
Además de estos nuevos inmuebles previstos-el de la comisaría requiere tal reforma que casi se puede considerar nueva construcción- se unen otros proyectos como la rehabilitación del módulo de Química II, otra cuestión que no es nueva. También se plantea el comienzo de la construcción de una estación biológica de campo en La Resinera, Fornes -en la Sierra de Tejeda, Almijara y Alhama-, "como espacio docente e investigador".
Otro espacio extramuros de la Universidad de Granada es la Azucarera de San Isidro, en la carretera de Málaga, adquirido hace año y medio por Pilar Aranda y que será uno de los elementos más singulares de la ciudad en los próximos años. Se convertirá en un centro de innovación e investigación, además de contar con espacios ciudadanos y colaborativos, en los que participarán previsiblemente empresas privadas. En los próximos años se prevé desarrollar el plan director y de forma "progresiva" se dotará. Los equipamientos dependerán de la captación de fondos que se consigan, ya que la UGR tiene asumido que la Azucarera se rehabilitará con financiación externa.
Para abordar las necesidades en infraestructuras de la Universidad de Granada y establecer un orden de prelación Mercado -que en su equipo de gobierno ha recuperado el Vicerrectorado de Infraestructuras y Sostenibilidad, en manos de Montserrat Zamorano- creará una comisión de asesoramiento técnico. Se anunció en el programa electoral la creación de un sistema de información geográfica que permita a la UGR contar con un "inventario de espacios" y vincule "la planimetría" de las facultades y escuelas con "su nivel de uso". Esta herramienta "permitirá tomar decisiones en cuanto a la racionalización de espacios".
Se pretende también unificar las bases de datos de los distintos servicios para tener información sobre las estancias, y contar con "nuevos coeficientes con criterios técnicos para la asignación del presupuesto de mantenimiento". Se quiere impulsar el "uso compartido" de espacios y buscar su "optimización" a través de la redistribución y "concienciar" a la comunidad universitaria.
Además de las aulas, se quiere mejorar otro recurso muy cotizado, el de los aparcamientos. La meta es permitir "el acceso a un mayor número de usuarios". Por otro lado, en el programa electoral con el que Mercado logró alcanzar el Rectorado se compromete a mejorar "la accesibilidad en todos los edificios de la UGR".
Estos proyectos sobre la mesa se desarrollarán mientas se ultiman otros que comenzaron en la etapa anterior, con Pilar Aranda como rectora. El más destacado, de los que están por cortar la cinta, sea posiblemente el UGR Dones, el edificio con un coste de unos ocho millones de euros, dedicado a la investigación y ligado al acelerador de partículas que la Universidad levanta en Escúzar. Este centro complementará la infraestructura financiada por la Junta, el Gobierno y Croacia, por ahora, a la espera de que se sustancien nuevas aportaciones internacionales. El primer grupo que irá a Escúzar será el Laboratorio de Mecatrónica y se espera que un centenar de científicos trabajen en este centro innovador de la UGR. También se ha aprobado el proyecto para reformar las pistas de tenis de los Paseíllos universitarios, enclave que está a la espera de que la Consejería de Fomento acometa la reforma de la piscina olímpica, proyecto que está más cerca de realizarse tras la firma -en marzo de este mismo año- del convenio entre la anterior rectora y la que era consejera y ahora es alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo. Se licitará por 4,6 millones y se espera que esté en 2024.
Priorización tras el verano
Esta semana, en la toma de posesión de Lucas Cagigas como nuevo coordinador general de la Delegación General de Estudiantes de la UGR, el rector, Pedro Mercado, reseñó en relación con el aulario de Cartuja que ya está solicitada la edificabilidad y se está a la espera de los pertinentes permisos para dar los siguientes pasos. Este espacio permitirá iniciar la reordenación del campus de la colina. “A la vuelta de vacaciones” expuso el rector, se planificarán las acciones a llevar a cabo y se verá “cómo y por dónde” se abarcará el plan de infraestructuras que lanzó durante la campaña electoral. Fuentes del Rectorado señalaron a su vez que, una vez conformado el nuevo equipo del rector, todos los vicerrectorados asumen entre sus tareas iniciales trabajar en la priorización y temporización de las medidas incluidas en el programa. En este sentido, en Infraestructuras se prevé realizar un estudio “exhaustivo de las necesidades de los centros”. “Las actuaciones que aparecen sin definir exactamente en el programa se definirán tras ese estudio”, añaden las citadas fuentes.
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