Cinco menores marroquíes indocumentados de entre 10 y 14 años que viajaban en los bajos de un camión han sido rescatados por la Guardia Civil en el dispositivo encargado de desviar el tráfico de vehículos pesados desde la A-92 hacia la A-44, debido al corte del Puerto de la Mora por la nieve acumulada.

El descubrimiento se produjo sobre las 9:30 horas del pasado domingo, cuando uno de los guardias civiles, después de informar a un camionero de nacionalidad marroquí del itinerario alternativo que tenía que seguir por la A-44 para volver luego a la A-92, escuchó un grito que venía de los bajos del semirremolque del camión.

Inmediatamente le dijeron al camionero que parase y el guardia civil que revisó los bajos del camión descubrió que en el habitáculo en donde se guardan los palés viajaban empapados y "muertos de frío" cinco niños, y que uno de ellos, el que había gritado, se había hecho daño en una pierna.

Los agentes sacaron de allí a los menores, que apenas podían andar de lo entumecidos que estaban por el frío, los abrigaron con sus propios chaquetones, los metieron en los vehículos oficiales y les pusieron la calefacción para que entraran en calor. Después, los trasladaron hasta la Comandancia de la Guardia Civil, donde se les buscaron mantas para abrigarlos y para que se quitaran la ropa mojada, y se les dio de comer leche caliente y magdalenas.

A su vez, la Guardia Civil llamó a Protección Civil para que les diera ropa limpia y seca a los menores, antes de ponerlos a disposición de la Sección de Menores de la Brigada de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía y de la Junta de Andalucía.

Según fuentes de la delegación de Igualdad, con los menores se ha seguido el procedimiento habitual que se establece a la llegada de pateras: tras efectuarles las pruebas para confirmar que son menores, se procede a establecer la procedencia. Los menores, que apenas hablaban algo de francés, dijeron a los agentes que procedían de una localidad del suroeste de Marruecos.

Las mismas fuentes indican que los jóvenes han ingresado en centros de acogida, donde previsiblemente permanecerán a no ser que sus familias les reclamen o ellos mismas pidan de forma voluntaria regresar a su país.