simulacro en montaña

Supervivencia y rescate tras una avalancha

  • El Sereim ensaya nuevas técnicas para actuar ante un alud

  • En el simulacro se ha practicado la búsqueda a través de paleo de una persona sepultada bajo la nieve

Disfrutar de un día en la nieve es una de las actividades con más atractivo en época invernal. Sin embargo, hay que estar prevenido y conocer nociones básicas sobre qué hacer en caso de sufrir algún tipo de accidente. Extremar la precaución y estar provisto de agua y alimento es fundamental, pero ¿y si se fuese víctima de una avalancha de nieve?

Para ello, existen tres premisas a seguir: correr para intentar salir de la zona de alcance del alud pero no en la misma dirección en la que éste desciende, sino hacerlo en diagonal; si no se consiguiese salir de ese perímetro, se deben hacer movimientos natatorios con piernas y brazos que permitan quedarse fuera de esa zona; y si finalmente no se ha logrado y uno se está quedando sepultado, hay que agitar los brazos para provocar la mayor cantidad de aire posible para ganar más minutos de oxígeno y, a su vez, más margen para poder ser rescatado.

Estas son algunas de las premisas que desde el Sereim -Sección de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil- dieron ayer a varios voluntarios del Centro de Estudios de Deportes de Invierno (CEDI) de Sierra Nevada durante un simulacro de alud que sirvió tanto para enseñar a los voluntarios a organizarse durante una búsqueda, como para practicar nuevas técnicas y protocolos del servicio en materia de rescates.

Este simulacro, que se repite cada año, "es el plan de instrucción invernal, en el que 25 especialistas de montaña del Área de Granada se han citado para revisar nuevas técnicas de rescate y protocolos de la Guardia Civil en caso de avalancha de nieve". Así lo indicó el sargento del Sereim, Joaquín Torres, que añadió que en concreto este ejercicio se centralizó en la práctica del "paleo".

En concreto, cuando tiene lugar un alud de nieve en el que alguna persona ha quedado sepultada, lo que se hace es distribuir varios grupos de personas para señalizar la zona donde se ha producido el alud, y delimitar la búsqueda. Además, estas personas suelen emplear sondas para testar la nieve y comprobar si hay algo que pueda indicar dónde se encuentra la víctima.

De forma simultánea, el helicóptero se desplaza hasta el lugar con un perro de rastreo para tratar de localizar el punto donde puede estar la personas atrapada, tras lo que entonces se realiza el 'paleo' para rescatarlo.

"Una vez localizado el lugar donde está la víctima, cuatro miembros del Sereim se colocan a los lados de donde se encuentra y van paleando (excavando). De este modo, además de evitarse que la víctima pueda ser aplastada si alguno se coloca encima, es una manera coordinada y menos lesiva para el accidentado ya que permite extraerlo despacio, por lo que al no moverlo de golpe se evita que con el cambio de presión la sangre se acumule y pueda sufrir un infarto", tal y como explicó el sargento Torres. Tras ello, los servicios sanitarios lo inmovilizan y lo desplazan hasta algún punto donde pueda ser evacuado en helicóptero.

En esta ocasión el simulacro se ha realizado con "nuevos materiales y protocolos con mejoras en la utilización del helicóptero, grúas, elementos reflectantes y nuevas técnicas de paleo para la actuación en los aludes", según el sargento Torres. Por todo ello, además de ser una actividad formativa para voluntarios, es una práctica que permite a todos los miembros del equipo de rescate más experiencia para cuando tengan que actuar en caso de sucederse un episodio real.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios