Para variar, como en cada inicio de la campaña de rebajas, Zara era ayer un atolladero. El buque insignia de Inditex no tuvo descanso. Desde primera hora de la mañana y hasta la hora del cierre, las tres tiendas de Zara en la capital fueron un no parar de gente, registrando una afluencia de público -y es de esperar que de compras- que ya querrían para sí todos los establecimientos comerciales de la ciudad. Porque sí, hubo gente en todas las tiendas, no todas las bolsas eran negras brillantes y de algo más que de Zara viven los armarios de los fashionistas. Pero, sin duda, la cabecera de Inditex es la reina de las rebajas.

Ayer bastaba con entrar en cualquiera de sus tiendas para comprobarlo. Con más o menos colas -nada que ver con las de hace cuatro o cinco años-, los enormes locales que la cadena tiene en Reyes Católicos, en Recogidas y en el centro comercial Serrallo Plaza eran un hervidero de gente. Y de ropa. Montones de ropa por todas partes, tanto de la que se ha visto durante la temporada como de la que desapareció a principios de la primavera y ha vuelto por sorpresa para intentar colarse en las bolsas de los compradores. Montones de ropa que demuestran que tanto Zara como el resto de los establecimientos comerciales han llegado a la campaña de descuentos con stock suficiente para rellenar los percheros y satisfacer a los clientes.

Otra cosa es que los descuentos sean tan suculentos como los consumidores se imaginaban. Y eso no sólo pasa en Inditex, sino en casi todas las tiendas de franquicia y cadena. En algunos casos, un descuento mínimo de 5 euros, suficientes para llamar la atención pero que en la mayoría de los casos no pasan la criba del "¿me lo llevo o no?" De hecho, son muchos los consumidores que ayer se fueron con las manos vacías a la espera de que los descuentos sean más agresivos, priorizando sus compras para evitar 'atracones' o, sencillamente, conscientes de que tienen en casa ropa más que suficiente para pasar el verano. Y el resto de las estaciones del año.

Además, el calor intenso que ayer se instaló en Granada tampoco hacía muy apetecible comprar pensando en el próximo otoño. Por mucho que en los percheros de las tiendas en esta campaña de rebajas de verano haya todavía ropa de invierno.