Granada

El acusado de matar a su esposa con la pata de la cama dice que sólo recuerda un golpe

  • Asegura que la víctima le insultó y él "perdió el control" y comenzó la agresión

El acusado de matar a su mujer golpeándola de manera reiterada en la cabeza con la pata de una cama en Alhama de Granada, para el que la Fiscalía pide 25 años de prisión por un delito de asesinato, declaró ayer que sólo recuerda el primer golpe y nada más. Este hombre, M.E.B., acusado de golpearla 17 veces en la cabeza, declaró ante el jurado popular que lo enjuicia desde ayer en la Audiencia de Granada que recuerda el primer golpe y que después se quedó "en blanco, hablando solo", y quiso quitarse la vida.

Los hechos ocurrieron sobre las 8:00 horas del 11 de octubre de 2010, cuando el acusado empezó a discutir con su mujer, que entonces tenía 37 años, porque ella estaba preparando un nuevo domicilio que le había sido concedido en régimen de alquiler y gestión municipal, al que tenía previsto trasladarse junto a sus hijos.

El acusado, para el que su defensa ha pedido la libre absolución, relató que cuando los tres hijos que tenían en común se fueron a clase, él intentó ayudar a la fallecida con la mudanza, a pesar de que no se hablaban, y empezaron a discutir. "Bajé para ayudarla, porque ese día ella quería marcharse, y aunque no hablaba conmigo yo quería ayudarla porque la quería", recalcó.

El acusado explicó que la víctima le insultó, con un calificativo muy grave en árabe, y en ese momento él perdió el control y comenzó la agresión. Detalló que, cuando fue consciente de la agresión y vio a su mujer en el suelo, intentó reanimarla y al darse cuenta de que había muerto, intentó quitarse la vida con pastillas y lejía. "Como no lo conseguí, fui a la cabina a llamar a la Guardia Civil y les esperé en la puerta", apostilló el acusado.

Según el escrito de la Fiscalía, M.E.B. se situó detrás de su víctima de forma sorpresiva, la inmovilizó agarrándola del pañuelo que llevaba anudado al cuello para que no pudiera "moverse ni defenderse" y, usando una pata de hierro de cama le propinó hasta 17 golpes en la cabeza "de forma indiscriminada" y empleando "una gran fuerza".

El acusado alegó que las peleas se debían a que él echó de su vivienda al hermano de la fallecida porque traficaba con drogas, y negó que la hubiera amenazado previamente, como mantuvo la acusación particular.

Tanto el agente de la Guardia Civil que recibió la llamada de alerta de M.E.B. relatando el asesinato como el de Policía Local que acudió al domicilio, resaltaron la tranquilidad que mostró el acusado al alertar del delito y que en sus primeras declaraciones sí recordaba haberla golpeado varias veces.

"Teníamos una vida maravillosa, no discutíamos nunca hasta que llegó su hermano. Y aunque no me hablaba, yo aguantaba y aguantaba porque la quería", subrayó el acusado.

El Policía Local que acudió a la vivienda explicó que la mujer estaba en el suelo sobre un charco de sangre y que no analizó el escenario porque trasladó al acusado al centro de salud.

La hermana de la víctima declaró que las peleas entre la pareja se debían a que el acusado no quería trabajar y no aportaba dinero a casa, y recalcó que se llevó 600 euros de la fallecida y avisó a su hermana de lo que había hecho.

El juicio, fijado hasta el próximo miércoles, continuará el lunes con la declaración de peritos y el médico de Alhama de Granada.

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