Tribunales

"Me están culpando de algo que no hice". El acusado de matar al joven que asaltó su finca en Granada niega todos los cargos

"Me están culpando de algo que no hice". El acusado de matar al joven que asaltó su finca en Granada niega todos los cargos

"Me están culpando de algo que no hice". El acusado de matar al joven que asaltó su finca en Granada niega todos los cargos

J. A. M., principal acusado del asesinato de un hombre que entró en su finca de Arenas del Rey en busca de una plantación de marihuana, ha negado todas las acusaciones en la primera sesión de este juicio que ha comenzado hoy en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada y por el que la Fiscalía le pide 33 años de prisión. El hombre, en prisión provisional desde 2019, ha asegurado que él "nunca disparó" el arma que mató al joven, que de hecho el arma no era suya y que, además, en la vivienda no había ningún tipo de plantación de marihuana. "Me están acusando de algo que no hice", ha sido su alegato.

Este procesado, el primero en declarar de los tres que se sentarán en el banquillo por este caso, ha asegurado que él llegó al lugar de los hechos cuando ya "había pasado todo", y que se encontró al joven herido, con el que incluso llegó a entablar conversación, y que junto al encargado de la finca, C. J. O., también acusado, trató de llevarlo al hospital en una furgoneta con unas mantas. 

Sin embargo, ha explicado que, después de apartar la escopeta y el rifle que habrían llevado los asaltantes junto a la carretera, y llegar a la puerta del cortijo, donde estaba su mujer (que lo había trasladado porque él tenía una luxación, y que también está acusada en la causa, también ha desvinculado de los hechos), y la Guardia Civil, esta habría dado orden, según su testimonio, de que la furgoneta no fuera hacia el hospital sino que volviera.

Este procesado, que se enfrenta por estos hechos a una petición fiscal de 33 años de prisión, ha sido el primero en declarar, pasado el mediodía, de los tres acusados que se sientan en el banquillo por este caso. La acusación popular, ejercida por los familiares de la víctima, pide para él y los otros dos acusados, 100.000 euros de indemnización para los padres y 40.000 para cada uno de los hermanos.

A los chavales ha dicho que no los conocía, a excepción de uno de ellos que, según ha testificado, habría sido el que habría organizado todo para llevarse, de acuerdo con las palabras que le habría dicho el posteriormente fallecido, "marihuana y todo lo que hubiera" en la finca. El herido y los otros dos están llamados a declarar como testigos en esta causa, y están acusados en un proceso aparte en que se juzgará un intento de robo con violencia en relación también con lo sucedido aquella noche.

Según se recoge en el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso este periódico, los hechos se desencadenaron en la madrugada del 11 de octubre de 2019, cuando cuatro hombres acudieron a bordo de una furgoneta a las inmediaciones del cortijo 'Los Sevillanos', en un paraje próximo a la orilla del pantano de Los Bermejales, adonde se acercaron "con la intención de curiosear la ubicación por si encontraban en la casa o en la finca anexa restos de una plantación de marihuana que pudieran obtener para su propio beneficio".

Dos de los acusados durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Granada Dos de los acusados durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Granada

Dos de los acusados durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Granada / Jesús Jiménez / Photographerssports

Dentro de la vivienda habría estado uno de los acusados, C. J. O. alarmándose al escuchar los ruidos que venían del exterior, y alertando a la pareja de propietarios de la finca (J. A. M. y P. O. R.). Los tres se habrían puesto de acuerdo sobre el modo de actuar para "dar caza a estas personas y evitar que pudieran escapar con vida de la propiedad", mantiene el fiscal.

Así, el principal acusado y su pareja se habrían desplegado por la finca a bordo de un todoterreno y localizado entre unos olivos la furgoneta de los asaltantes, y supuestamente le rajaron las ruedas, dejaron cargados un rifle y una escopeta, y él habría salido andando hacia la finca mientras ella se habría quedado vigilando en el vehículo.

El otro acusado, por su parte, se habría atrincherado en la vivienda y, cuando llegaron dos de los asaltantes, supuestamente salió tras ellos armado, a lo que el principal investigado, dirigiéndose hacia el lugar, habría cogido la escopeta y disparado por la espalda a uno, al que habría alcanzado en cadera y pierna, aunque logrando escabullirse y llamar a la Guardia Civil. Entonces habría cogido el arma más potente, el rifle, y disparado a otro, que sí murió a causa de las heridas.

"Hay que matarlos a todos"

El escrito de la acusación particular ofrece, por su parte, más detalles de lo ocurrido en la noche del 11 de octubre. Así, la víctima (D. G.) recibió aquella noche una llamada de un amigo (D. P.) para verse en su vivienda de Salar, junto a una tercera persona. Estando allí, conocieron a un amigo de este y entre todos concibieron el plan de asaltar el ya conocido cortijo, un plan que llevaron finalmente a cabo pese a la oposición de la víctima y su amigo. 

Una vez los tres acusados llegaron a 'Los Sevillanos', se organizaron para evitar que el grupo se hiciese con la marihuana. Fue  C. J. O quien aguardó la entrada de la víctima y su amigo a la vivienda, asustándoles a la entrada y obligando a ambos a huir, momento que aprovechó el principal acusado para disparar por la espalda a D. P., que no llegó a acabar con su vida, pero sí a herirle gravemente. Todo ello mientras gritaba "hay que matarlos a todos" entre indicaciones a sus compañeros para delatar la posición del resto. 

En un momento dado, el principal acusado logró acercarse lo suficiente a la víctima y, sin ser visto, le "descerrajó por la espalda y con dirección descendente un disparo con el rifle a la altura de los muslos", que terminó por provocarle la muerte. Tras esto, entre el acusado y su compañero cargaron el cadáver "cubierto por un sábana" en una furgoneta para "trasladarlo hacia otra localización y tratar así de ocultar lo ocurrido", según el escrito de la acusación particular. 

Fue gracias a la intervención de la Guardia Civil, alertada por el amigo de la víctima, que se logró detener a los ahora acusados. 

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