Granada

Los acusados de sustraer la caja fuerte del Granada CF niegan su participación

  • El jefe de seguridad del estadio afirma que siempre ha pensado "que el robo no existió"

"El supuesto robo". Ayer, durante su declaración, Juan Carlos C.S., considerado el jefe de seguridad de Gegsa, se refirió así la sustracción de la caja fuerte del Granada CF ocurrida el 18 de octubre de 2011 y en la que, presuntamente, participó junto con otras dos personas vinculadas a la empresa que llevó a cabo la instalación del sistema de alarmas en la oficina del club rojiblanco: Tecnimatic Security. "Yo siempre he tenido la convicción de que el robo no ha existido, que es mentira", dijo antes de concluir su interrogatorio, en el que negó su participación.

Con las manifestaciones de Juan Carlos C.S. se abrió, tras las cuestiones previas, la primera sesión del juicio por el robo de los 130.000 euros que había en la caja sustraída, cantidad correspondiente a la recaudación del partido que se iba a jugar el día 25 de ese mismo mes entre el club rojiblanco y el Barcelona. El jefe de seguridad, que negó serlo, reconoció que el día antes del suceso desconectó las cámaras que existen en el estadio, debido a unas obras que se iban a llevar a cabo "en los focos de las torres" y que iban a provocar "intermitencias" en el suministro de electricidad. Dejó claro que las cámaras no se instalaron para la seguridad de las instalaciones, sino en cumplimiento de la normativa futbolística, para poner las grabaciones a disposición de la Policía "cuando hay eventos" deportivos.

El procesado explicó que en el estadio había un sistema de acceso distinto al de las oficinas del Granada. A las instalaciones de los Cármenes se accedía mediante tarjeta, mientras que para acceder a las dependencias del club era necesario un mando que sólo tenía el personal del mismo. Admitió que fue quien expidió, el 29 de agosto de ese año, la tarjeta usada en el robo, que fue una "de acceso general" con la que se podía entrar a todo el recinto salvo a la oficina del Granada. Sin embargo, garantizó que no fue él quien la usó y que no recordaba a quién se la dio, aunque cree "que fue a alguien del Granada CF".

Explicó que la Policía, tras el robo, le pidió las imágenes que había de las semanas previas al suceso en el disco duro de un ordenador que se hallaba en la sala de control, pero que no se las entregó fue porque "no tenía un soporte" con suficiente memoria para entregarlas. Al día siguiente, el 25 de octubre, cuando fue a extraer el disco duro para dárselo a los agentes, se percató de que había desaparecido.

El encausado subrayó además que "no sabía que había dinero" en las oficinas del club y garantizó que la noche del robo salió del estadio y se fue directo a su casa, a Armilla, declinando la invitación de otro de los encausados, Daniel L.G., a tomar unas cervezas en un bar próximo al campo para ver un partido de la Champions. Asimismo, destacó que lleva 20 años trabajando como funcionario y conoce a la perfección las instalaciones, por lo que no le hubiera hecho falta ni tarjeta especial ni desconectar las cámaras para llegar a la oficina del club sin ser grabado.

Daniel L.G. corroboró su versión. Fue el segundo en declarar y también negó cualquier relación con el suceso. Dijo ser "uno de los propietarios" de Tecnimatic, la empresa que instaló la alarma en la oficina del Granada CF, pero no el único dueño. Aseguró que la tarde del 18 de octubre, sobre las 20:00 horas, estuvo en El Corte Inglés "comprando ropa" para una boda que tenía ese fin de semana. Acudió al citado centro comercial con su hermano Jonathan -el otro procesado- y otros familiares. De hecho, como recordó, el ticket de compra fue aportado a las actuaciones. Después se marcharon él y su hermano en coche hasta el Zaidín, el barrio donde viven sus padres y que suele frecuentar al haberse criado allí. "Hemos intentado ayudar lo máximo posible a la Policía para intentar esclarecer los hechos", enfatizó, al tiempo que dijo que "no" tenía conocimiento de la existencia de la caja fuerte.

El tercer acusado, Jonathan L.G., confirmó todos los detalles del relato de su hermano y también negó implicación alguna en el suceso. Dijo que, efectivamente, la noche de la sustracción lo llevó sobre las 21:00 horas en coche hasta el bar, pero no se quedó al final porque "no encontraba aparcamiento", además, de porque tuvo una discusión con su mujer porque no le pareció bien que se quedara por ahí en vez de volver a su casa, que está en La Zubia. Negó ser técnico y conocer cómo se programan los mandos o se instalan las alarmas. "Yo soy comercial", precisó, a la vez que dijo que nunca antes había tenido ningún problema con la Justicia.

Esa noche hubo unas diez llamadas entre ambos hermanos. De esas llamadas y de las cruzadas con el jefe de seguridad de Gegsa ofreció todos los detalles el jefe del Grupo de Robos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Granada, equipo que se hizo cargo de la investigación. Según señaló, tras comprobar que la sustracción se produjo sin "forzamiento" y que tras llevarla a cabo se habían vuelto a conectar las alarmas, tenían claro que no había sido alguien de fuera, sino que concluyeron que podía haber sido "un empleado de Gegsa o del Granada CF".

Así, en un principio, la Policía sospechó de todo el que tenía acceso al estadio, "hasta del presidente", pero poco a poco fueron cercando a los presuntos responsables, tras comprobar que había sido el acusado Juan Carlos C.S. quien había expedido la tarjeta y que, al menos en una ocasión, aunque en fecha distinta al día del robo, "la había estado utilizando". Como él no tenía el mando de la oficina donde estaba la caja, las pesquisas condujeron a los agentes a los dos procesados de Tecnimatic. "Aún a día de hoy no descartamos que hubieran participado más personas e incluso del Granada CF", manifestó el inspector de la Policía Nacional.

La vista, que se desarrolla en dependencias de la antigua Diputación por ser la sala más amplia, continuará hoy. El juez que enjuicia el caso es el titular de Penal 3. La Fiscalía pide 3 años de prisión para los procesados en la causa, en la que actúa como acusación particular el Granada CF.

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