Alumnos del Real Conservatorio Superior de Música Victoria Eugenia protestaron ayer a las puertas de la Delegación Provincial de Educación en Granada por el cierre del centro durante tres días lectivos tras un escape de gasoil la pasada semana. La vicepresidenta de la Asociación Juvenil de Músicos, Patricia Domínguez, explicó que los responsables del centro y las Administraciones "no han reaccionado" a tiempo tras la fuga, por lo que "perdimos clases". Además, la portavoz del alumnado afirmó que "sigue oliendo a gasoil".

Además de su queja por la gestión del escape -que se produjo el pasado jueves y obligó a cerrar el Conservatorio hasta el pasado martes, día en el que se reanudaron las clases-, los alumnos manifestaron que las del Victoria Eugenia "no son unas instalaciones dignas". El Conservatorio Superior ocupa un edificio en la calle San Jerónimo, en el centro de Granada, y aunque ha sido objeto de reformas, el alumnado alega que no es accesible para personas con discapacidad y que está saturado. Además, el centro no dispone de cabinas destinadas al ensayo, ya que todo el espacio disponible está destinado a aulas, hasta 41 repartidas entre tres plantas. Por ello, los alumnos que no pueden practicar en sus domicilios -Domínguez explicó que hay alumnos con denuncias de vecinos por las molestias que generan los ensayos- sólo pueden tocar cuando las aulas no están dedicadas a la actividad docente, de ocho a nueve de la mañana, a partir de las ocho de la tarde y los fines de semana que el Conservatorio abre, precisamente, para que los alumnos puedan estudiar. Para paliar, en parte, estas carencias y la "masificación" del centro, Domínguez expuso que los alumnos reclaman poder ensayar en el Conservatorio Profesional Ángel Barrios, en el que sólo se imparten clases por la tarde.