Granada, capital de la accesibilidad. Al menos, ese es uno de los objetivos que se ha marcado la ciudad en su Plan Estratégico de cara a 2020. Aunque para llegar a ese nivel una urbe plenamente inclusiva y no discriminatoria con las personas de movilidad reducida tendrán que cambiar muchas cosas. Por ejemplo, situaciones como la de Luis Ortiz, un vecino en silla de ruedas de la Carretera de la Sierra que encuentra numerosas trabas nada más salir de su portal por no existir una acera en condiciones. La lucha de su mujer Ángeles González en internet ha logrado dar visibilidad a este caso que en poco más de una semana ha superado las 3.000 firmas en la web Change.org, además de numerosos comentarios de apoyo.

El problema radica en que los coches aparcados invaden la acera de la calle Loma de Dílar al no tener vallas y el morro de los vehículos 'besa' prácticamente las paredes de los edificios dejando muy poco espacio a los peatones. "Cada día es como si te dieras contra un muro", sentencia Ángeles, a la que una amiga del barrio le comentó la posibilidad de hacer una campaña virtual cuando vio el ímprobo esfuerzo físico que tiene que hacer para sacar a Luis por una acera destrozada.

No obstante, esta mujer de 64 años lleva mucho tiempo reclamando una solución por cauces oficiales. Primero, lo intentó poniendo de acuerdo a la comunidad de vecinos a la que el Ayuntamiento le respondió que "no había dinero" para acometer una reforma. Hace unos años, "ante tanta insistencia echaron un metro cuadrado de cemento y se pusieron algunas barras", pero este 'parche' no sirvió para atajar la raíz del problema según expone Ángeles, que en sus numerosas visitas a las oficinas municipales ha recibido todo tipo de pretextos por parte de los técnicos, está a la espera de una comunicación por escrito. "Siempre contestan que se ha acabado, que los planes no contemplaban eso, que no hay presupuesto o que es una calle sin salida", detalla.

La odisea diaria de este matrimonio se ha convertido en una causa vecinal porque no son los únicos afectados. "Recibo apoyo de la gente porque también dificulta la salida de los carros de bebe, además en el portal de al lado hay dos personas en silla de ruedas con el mismo problema", arguye Ángeles, que ha visto abrirse una ventana de esperanza a una solución con las más de 3.000 firmas y los numerosos comentarios recibidos en la red a favor de que el Ayuntamiento haga una acera.

"Para una persona en el estado de Luis es importante psicológicamente que salga a la calle", afirma esta mujer que desde hace 24 años cuida de su cónyuge cuando sufrió un derrame cerebral y que tiene asignada la gran invalidez. "Nos hacemos mayores y encontramos más impedimentos para movernos". Por su parte, el afectado directo lamenta cómo le afectan en su día a día estos obstáculos. "No es sólo por lo que significa salir de la monotonía de la casa, es que también hay que salir al médico, al dentista y hay días que cuesta mucho", apunta.

Además, su mujer destaca lo importante que es para Luis sentarse a conversar con sus vecinos en la ribera del Genil. "Se siente el 'sheriff' del barrio y le gusta hablar con todo el mundo". Jorge Ortiz, uno de los dos hijos del matrimonio, que ha vivido muchos años en la calle Loma de Dílar critica que "no hayan arreglado la situación en 40 años, no está pidiendo que hagan una gran obra sino algo simple como que se arregle una acera". Por ahora, están a la espera de una respuesta por escrito del Ayuntamiento, que confían en que llegue después de haber hecho visible su lucha por la accesibilidad en internet.