Granada

Los 'cadáveres exquisitos' de la desfusión

  • A lo largo del proceso de reordenación hospitalaria de Granada tres gerentes, un viceconsejero de Salud y un gerente del SAS abandonaron su cargo

Bayona, Martín Blanco, Aranda, López Espadas, Espejo, Gutiérrez y finalmente, Jiménez Gómez. Siete cargos y siete personas sustanciales para entender la historia más reciente de la sanidad granadina. De ellos, tan solo quedan dos en el cargo. El resto abandonó sus funciones paulatinamente a lo largo del proceso de fusión y de desfusión hospitalaria. Algunos fueron fulminantemente destituidos y otros decidieron marchar por su propio pie. Todos 'cadáveres exquisitos' de una parcela de la historia de Granada insólita hasta la fecha.

La situación de 'rebelión' de la sanidad granadina llegó a vivir momentos momentos casi bélicos mediática y políticamente desde que se anunciara la famosa fusión de los dos hospitales. Todos los ojos estaban pendientes de hasta el último cambio, petición o denuncia.

Fue el proceso de fusión impulsado por el Sistema Sanitario Andaluz (SAS) -que pretendía aunar en un mismo centro toda la atención sanitaria de la capital- lo que hizo vibrar los cimientos de la estructura granadina y generó un enjambre que no necesitaba agitarse para volverse peligroso: Granada se sorprendió en las calles luchando por algo que sí le dolía: su sanidad.

Inusitadamente se produjeron una serie de manifestaciones masivas que pedían la derogación de la fusión hospitalaria que finalmente lograron hacer cambiar el rumbo de la sanidad de esta ciudad. Esto no puede entenderse sin recordar a las plataformas ciudadanas, encabezadas por el doctor Jesús Candel, alter ego de Spiriman, y a todos los sindicatos y granadinos que colmaron hasta en tres ocasiones la Gran Vía pidiendo dos hospitales completos y el fin de la fusión.

Aquí es donde se produjo la primera baja. Manuel Bayona, director gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Granada y cara visible del proyecto de fusión fue destituido por la Consejería de Salud el mes de noviembre de 2016. El cese se produjo un día antes de la segunda manifestación convocada por Candel -la primera movilizó a unas 80.000 personas el 16 de octubre-, que pedía que esta destitución se efectuara.

El cambio llegó enseguida. La sustituta en el puesto de Bayona fue la doctora Cristina López Espadas, también con una formación y experiencia en gestión acreditada, aunque no fueron suficientes para mantener el puesto ni tan siquiera tres meses. El día 2 de febrero de 2017, la gerente anunciaba su renuncia después de una encarnizada y constante 'pelea' digital con Spiriman y sus seguidores que acabaron desgastando su gerencia. Todo ello sumado, según reconocía ella misma en el anuncio de su dimisión, a que un par de días antes se produjeran otras dos nuevas bajas, la del viceconsejero de Salud, Martín Blanco, y del gerente del SAS, José Manuel Aranda, quienes a su vez eligieron a López Espadas para el cargo. Aunque el factor con más peso en la dimisión de la gerente fue la derogación de la fusión hospitalaria que llevó a cabo la Junta el 27 de febrero de 2017. El fracaso del proyecto provocó que López Espadas tomara definitivamente la decisión ya que no podía, reconoció, seguir defendiendo algo en lo que no creía.

La bomba de relojería se desactivó cuando la Junta de Andalucía reconocía su "error", derogaba la fusión y daba luz verde al proceso de desfusión hospitalaria. Esto devolvería a Granada su sistema de dos áreas hospitalarias diferenciadas y con el hospital Clínico de estreno en las nuevas infraestructuras del PTS en el que la Junta invirtió 320 millones de euros, incluyendo la construcción del edificio y su equipamiento de vanguardia.

En este punto comenzaron las negociaciones entre el SAS, sindicatos y plataformas por la sanidad en las que se dibujaron las líneas de la reordenación sanitaria, se definieron las carteras de servicios que acogería cada centro y se delimitaron los plazos de cumplimiento de la reversión de la fusión. En esta nueva era, mucho más pacífica, llegaron los que hasta hace una semana eran los gerentes las dos áreas hospitalarias.

José Luis Gutiérrez llegó a Granada en febrero de 2017 como subdirector de la gerencia, a las órdenes de la sustituta de Cristina López Espadas, Pilar Espejo, que tenía como objetivo afrontar la desfusión. Al mes siguiente, Gutiérrez fue nombrado gerente del Hospital del Campus, mientras Espejo asumió la dirección del Virgen de las Nieves. Nacía un tándem gestor para, como ellos repetían, "devolver la normalidad" a Granada.

El proceso de desfusión finalizó el pasado 26 de marzo tras 52 semanas de trabajo, muchas mudanzas y algún retraso. La reordenación y puesta en marcha de las Urgencias de ambos complejos fue lo que marcó la conclusión de un proceso que parecía poner fin a la historia. La desfusión acabó, y eso parece ser lo que motivó la última marcha en la gerencia. Apenas un año después -hace unos días-, Gutiérrez el gerente del PTS se despedía de su puesto para dar la bienvenida a la granadina Eva Jiménez Gómez.

Tanto el SAS como Gutiérrez aseguran que su marcha y traslado a Málaga como gerente del Distrito sanitario fue por motu proprio. Gutiérrez asegura que llegó a Granada para llevar a cabo la desfusión y, una vez conseguido el objetivo, tocaba cambiar de rumbo, aseguraba ayer a este diario.

Tras obtener esta ciudad la tranquilidad sanitaria original, y antes de que Gutiérrez dejara el cargo, el avispero volvió a agitarse. En este caso fueron los Médicos Interino Residentes (MIR) quienes elevaron la voz e iniciaron una huelga pidiendo mejorar sus condiciones tanto laborales como formativas en las Urgencias, que al final lograron. A esto se sumó una denuncia ante la Fiscalía de los médicos adjuntos del PTS advirtiendo que mientras los MIR no acudieran a trabajar era probable que los pacientes corrieran el riesgo de no ser atendidos correctamente.

Volvían aquí los fantasmas eternos de las listas de espera y el déficit de personal. Todo un polvorín que encuentra en su raíz una idiosincrasia y deficiencias adquiridas que no solo se circunscriben en exclusiva a la ciudad de Granada. Problemas que afectan a la mayoría del sistema sanitario español y que aquí supuso una revolución.

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