En cuanto a las carreteras, que ahora han mejorado, la historia ha sido demasiado sangrante. La de Granada a Motril tardó de 1805 a 1899 y sus capítulos de manera repetida se han sucedido en forma de falta de inversión, dificultades orográficas y dinero 'despistado', tal y como recopila el historiador local motrileño Gabriel Medina. Este último recoge que en 1848, en el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar, se dice que "la carretera de Granada que por ser absolutamente necesaria se hace más interminable cada día". También en La época, de Motril, el 16 de agosto de 1855, los vecinos se quejan de la lentitud con que de muchos años atrás se viene trabajando en las obras de la carretera que ha de poner en comunicación la ciudad con Granada: "Abierta durante la dominación francesa por el general Sebastián hasta el pueblo de Dúrcal, que es casi la tercera parte de su trayecto, se encuentra hoy en 1.855 poco más allá del puente Tablate." O en La República, de Madrid, el 11 de febrero de 1885: "De Motril nos escriben lamentándose de la miseria que hay en la comarca, efecto de los terremotos y de los hielos espantosos que ha habido en el presente año, no conocidos hace ya mucho tiempo. La manera de contrarrestar el pauperismo, tanto en Motril como en los pueblos limítrofes de Salobreña, Almuñécar y otros, sería si el gobierno continuara las obras de la carretera de Almería a Málaga, en cuyo trabajo muchos braceros se ocuparían, llevando el sustento al hogar doméstico. Llamamos la atención del ministro de Fomento sobre esta necesidad imperiosa, contribuyendo de este modo al alivio de muchas familias que se ven en la mayor indigencia."

Ya más recientemente, la A-44 y la A-7 están proyectadas desde más de veinte años antes, pero no será hasta el siglo XXI cuando se finalicen. La última está prevista para septiembre de 2015.