Del ruido al sonido. Ese es el objetivo de LORCA, un plan con denominación de origen que pretende mitigar la contaminación acústica de la ciudad. Más de dos años de trabajo han sido necesarios para configurar el mapa de conflicto de Granada, en el que se detallan las zonas que superan los decibelios permitidos en la legislación con sus respectivas soluciones prácticas. El Plan de Limitación, Control y Reducción de la Contaminación Acústica, conocido como LORCA, fue presentado ayer por Juan Antonio Mérida, concejal de Medio Ambiente, Salud y Mantenimiento. El expediente lleva a la práctica medidas concretas para disminuir el nivel de decibelios de las áreas de sensibilidad acústica previamente 50% Exposición acústica. La mitad de residentes en Ronda soporta más de 55 decibelios en la noche lizadas. Así pues, se establecen 26 propuestas de actuación en torno a cuatro áreas estratégicas: tráfico de vehículos; modelo urbano; usos y costumbres de la ciudadanía; colaboración y sinergias. "Hasta noviembre estamos abiertos a nuevas sugerencias para completar las medidas ofrecidas", subrayó Mérida. Y es que el tráfico, uno de los problemas endémicos de Granada, es el primer obstáculo de la salud acústica en la capital. Las zonas más críticas se localizan en las inmediaciones de las vías de la circunvalación, precisamente por la intensidad en el tránsito rodado. Factores como la velocidad, el caudal de los vehículos o el pavimento del suelo, influyen en el mayor o menor nivel de decibelios. En este sentido, el distrito Centro, donde se da una menor densidad de circulación y mayor número de calles peatonales, representa uno de los barrios menos ruidosos. Para disminuir los niveles sonoros del tráfico rodado, las propuestas más significativas se refieren al nuevo diseño de cruces, o más del 30% durante la madrugada.
El catálogo de propuestas recoge tres plazos de actuación, según el tiempo de su puesta en marcha. De las 26 medidas recogidas en Lorca, se prevé que 11 sean implementadas en pocos meses, otras ocho con un plazo inferior a cuatro años, y las últimas siete a más de cuatro años vista. Una de las características más significativas es el énfasis en la coordinación y colaboración de todas las áreas municipales para llevar a cabo las medidas. “Es elmejor proyecto a escala nacional”, destacó Jerónimo Vida. El estudio ha sido elaborado por la empresa Unison S.L., entidad spin off de la Universidad de Granada. Las 26 propuestas del Plan, unidas a aquellas que se introduzcan desde ahora y hasta noviembre, persiguen seis objetivos principales: disminuir los niveles sonoros; satisfacer los parámetros
de calidad previstos en la
legislación; reducir la población
expuesta a la contaminación
acústica; proteger las zonas tranquilas;
recuperar los paisajes sonoros
y contribuir a la generación
de entornos agradables.
Lorca cumple así el plazo límite
del 18 de julio de 2013, que establecía
la legislación nacional
para desarrollar los Planes de Acción
locales contra la contaminación
acústica. Después del ya
anunciado en Málaga, LORCA es
el segundo proyecto andaluz presentado.
“El plan es de la ciudad de Granada,
no solo del Ayuntamiento
y la Agencia 21”, destacó el concejal
de Medio Ambiente, Salud
y Mantenimiento. La ciudad del
ruido y no del sonido, es lo que
persigue un proyecto que necesita
de las fuerzas institucionales y
ciudadanas a partes iguales.
A falta de recibir las alegaciones
oportunas, el plan Lorca materializará
desde finales de año
las medidas prácticas derivadas
del mapa del ruido. Con el nombre
del poeta del Cante Jondo como
bandera, el proyecto traerá
más melodía y menos estruendo
para Granada.
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