Sucesos

El cultivo de marihuana, los enganches ilegales y las armas de fuego: un trío a la orden del día

  • Los productores de droga emplean las armas para defender sus plantaciones, según ha detectado la Guardia Civil

  • Durante el 2018 fueron decomisadas 57 en operaciones antidroga

Agentes de la Guardia Civil durante la última operación contra la marihuana en Pinos Puente.

Agentes de la Guardia Civil durante la última operación contra la marihuana en Pinos Puente. / G. H.

Plantaciones de marihuana y armas de fuego ilegales para defender los cultivos. Si hasta el momento, la 'maría' y los enganches ilegales al fluido eléctrico formaban un binomio a la orden del día, ahora este otro elemento -las armas- también ha entrado a formar parte de esa estrecha relación. Así lo ha detectado la Guardia Civil a tenor de los resultados de las últimas operaciones contra las plantaciones ilegales de marihuana.

En la última operación antidroga desarrollada por la Guardia Civil en Pinos Puente, los agentes encontraron una pistola de calibre 9 milímetros junto a una de las plantaciones de marihuana, un arma que, además, había sido robada en Bélgica.

Ante ello, la propietaria de la plantación fue detenida por un delito contra la salud pública por cultivo de droga y también por un delito de tenencia ilícita de armas y otro de defraudación de fluido eléctrico. Sin embargo, este es solo un caso más que demuestra ese triángulo forjado y ya consolidado en torno a la producción de marihuana.

Pero, ¿por qué la proliferación de armas ilegales en los cultivos de marihuana? La respuesta es sencilla: para que los productores puedan defenderse de posibles 'vuelcos', en los que la "competencia" trate de robarles sus plantas.

En este sentido, según los resultados de la Guardia Civil, durante el 2018 un total de 47 personas fueron detenidas en 37 actuaciones de este tipo en las que se intervinieron un total de 57 armas de fuego ilegales. De ellas, 21 fueron escopetas, otras 21 pistolas, cinco revólveres, cuatro rifles, cinco carabinas y un subfusil.

Esto es algo que, al igual que la Guardia Civil, también ha venido comprobando la Policía Nacional. Hace unas semanas, durante la presentación de los resultados del conocido como Plan Norte -su objetivo es garantizar el consumo eléctrico en las viviendas de la zona Norte de la capital, desconectar los enganches ilegales, desmantelar las plantaciones de marihuana e incrementar la presencia policial-, se informó de que en varias de las operaciones antidroga se habían incautado un total de seis armas de fuego. En concreto, fue en aquellas plantaciones de mayor tamaño.

Asimismo, el Cuerpo dio a conocer hace unos días que, en el marco de la Operación Armillo, en la que cuatro personas fueron detenidas, se desmantelaron dos cultivos in door en viviendas de Armilla y Otura con 702 plantas, en las que además se encontraron un arma de fuego corta con cargador y munición, otra detonadora con 44 cartuchos de fogueo, una táser y una escopeta.

Si bien, el operativo más grande que se ha llevado a cabo durante las últimas semanas ha sido en Pinos Puente. El pasado día 8 de febrero, la Guardia Civil ha intervenido 3.100 plantas de cannabis sativa y ha investigado a 23 personas a las que se atribuye la autoría de un delito contra la salud pública por cultivo de sustancias estupefacientes y otro delito de defraudación de fluido eléctrico.

Precisamente la detección de enganches ilegales, además de las investigaciones que realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, es una de las principales vías para localizar las plantaciones de marihuana, debido a la sobrecarga eléctrica que producen estos cultivos.

Ante ello, la colaboración entre Guardia Civil y Policía Nacional con Endesa se ha convertido en un trabajo permanente con el fin de garantizar no sólo el suministro para el resto de ciudadanos, sino también su seguridad.

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