Crisis del Ayuntamiento de Granada

Se cumple el plazo de 72 horas en el Ayuntamiento de Granada: las opciones de Paco Cuenca

  • El portavoz del PSOE cuenta con las 10 firmas de los ediles de su grupo

  • Para hacer que la propuesta de moción prospere necesita el apoyo de los tres de Podemos–IU y uno más

Paco Cuenca muestra el documento de moción con las firmas de los 10 ediles socialistas

Paco Cuenca muestra el documento de moción con las firmas de los 10 ediles socialistas / Román Callejón (Granada)

Se cumplen las 72 horas que el Partido Socialista de Granada dio como fecha límite al alcalde de Granada, Luis Salvador, para que dimitiera. La consecuencia de este ultimátum era clara. El portavoz del grupo municipal socialista, Paco Cuenca, indicó el pasado miércoles que, de no dimitir el primer edil, comenzaría una ronda de contactos con los diferentes grupos municipales “y con todos los concejales que quieran rescatar la ciudad” para presentar una moción de censura, empezando por el Partido Popular, continuando con Unidas Podemos-IU y terminando por los no adscritos, aunque con la exclusión rotunda de Vox. Dicha moción de censura ya había sido firmada por los diez ediles socialistas y contaba, además, con el nombre del resto de concejales del Ayuntamiento de Granada, incluido el único hombre que se muestra leal a Luis Salvador, el teniente de alcalde José Antonio Huertas. Solo faltaba la firma del resto de concejales ajenos al PSOE, pero sí que había un hueco para ubicar la misma.

Así las cosas, con el límite de 72 horas cumplido, el portavoz del grupo municipal socialista debe mover ficha y buscar los apoyos necesarios que, además, cumplan con la legalidad vigente. ¿Qué opciones tiene Paco Cuenca para negociar y hacer que la moción de censura prospere? Cuenca necesita la mayoría absoluta del pleno para conseguir que la propuesta para sacar a Luis Salvador de la alcaldía salga adelante, esto es, la mitad del pleno más uno. Dado que la corporación municipal se compone de 27 concejales, el socialista necesitaría la firma de 14 ediles en total: las diez de su partido con las que ya cuenta y, además, otras cuatro de concejales del resto de grupos municipales. Aquí es donde comienzan las cábalas y los encajes de bolillos para que salgan las cuentas.

Comenzando por el principal grupo de la oposición, el Partido Popular, la cosa pinta fea. Los de la formación azul comenzaron el mandato con siete concejales, los cuales ofrecieron su voto a Luis Salvador para que sumara los 14 necesarios. Desde entonces, mucho ha cambiado y ahora solo cuentan con seis representaciones –más que suficientes para llegar a los 14–, las cuales ya le han sido negadas, de antemano, a Paco Cuenca. El secretario general del PP, Jorge Saavedra, salió al paso en una rueda de prensa el pasado jueves y apuntó que en ningún caso los concejales populares van a participar en esa moción. No obstante, la intención socialista es iniciar la ronda de contactos “con todos los grupos que quieran sentarse a escucharles”, según manifestó ayer el concejal socialista Eduardo Castillo.

El siguiente grupo en la lista sería Unidas Podemos-IU. Por afinidad y por ideología, es el partido más próximo a los socialistas y no sería la primera vez que se vería esta alianza. Paco Cuenca ya contó con el apoyo de Marta Gutiérrez (Podemos) y de Paco Puentedura (Izquierda Unida) cuando fue investido como alcalde del Ayuntamiento de Granada, tras la dimisión del que fuera el regidor del Consistorio en 2016, el popular José Torres Hurtado. La composición de este grupo ahora es otra, está formado por Unidas Podemos, IU e Independientes, confluyen en la asamblea Granada se Encuentra y su portavoz es Antonio Cambril. Para contar con el apoyo de esta agrupación, Paco Cuenca deberá retomar el Pacto de Ciudad que ya presentara Podemos-IU, aceptar las condiciones de Granada se Encuentra y pasar su voto. En caso de que las negociaciones entre las dos formaciones de izquierdas llegaran a buen puerto, todavía restaría una adhesión para llegar a las 14 firmas necesarias que hicieran válida la propuesta de veto.

Descartado Vox, habría que llamar a la puerta de los no adscritos. Este apartado está compuesto por concejales del Ayuntamiento de Granada que no pertenecen a ningún partido, bien por ser independientes, bien por haber dimitido de sus respectivos grupos, como es el caso del expopular Sebastián Pérez y de los exciudadanos Manuel Olivares y Lucía Garrido. Pero no por ello es fácil hacer que se sumen a la causa, cada uno de ellos tiene una situación excepcional que podría validarlos o no, legítimamente, para poder aportar su firma a la moción de censura, amén de su ideología y sus filias y fobias personales, otro escollo a ser salvado. Para cumplir con la legalidad y no romper el pacto antitransfuguismo, solo uno de los tres concejales no adscritos podría actuar con total libertad legal y completar la mayoría absoluta necesaria: Sebastián Pérez. El caso de Manuel Olivares y de Lucía Garrido sería diferente, ya que ambos se considerarían tránsfugas, al haber formado parte del grupo municipal al que pertenece el alcalde contra el que va la moción de censura.

Este es el tablero y estas son las piezas que están sobre él. Le toca mover a Paco Cuenca.

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