Las bibliotecas ya dejaron de ser almacenes de libros, pero ahora los profesionales de la documentación proponen dar un paso más en la concepción de estos centros en Andalucía como fórmula de incentivar la lectura. La idea es copiar ejemplos internacionales que se basan en la creación de lugares para el contacto social, en lugar de espacios exclusivos para la lectura individual.

Casi 300 bibliotecarios y documentalistas de Andalucía (aunque también hay profesionales del resto de España y de otros países) se reúnen desde ayer y hasta hoy en Granada para tratar los problemas actuales de esta profesión, muy castigada por la crisis y aún con poco reconocimiento oficial.

La Facultad de Comunicación y Documentación de Granada es la única de Andalucía que ofrece esta titulación, motivo por el que es el centro de referencia en la Comunidad para la formación de estos profesionales que se reúnen en las Jornadas Bibliotecarias de Andalucía.

El decano de la Facultad, Jorge Bolaños, explicó ayer que uno de los objetivos es extender la idea de que es necesario "redefinir las bibliotecas". A su juicio, deberían ser centros de ocio y encuentro, donde las personas pudieran experimentar el contacto social. Se trata de dar respuesta a esa tendencia a la interacción humana de las redes sociales, pero con la ventaja de que se conseguiría un verdadero contacto, a diferencia de las relaciones establecidas a través de internet.

Bolaños invitó a reflexionar sobre los motivos de que Andalucía registre los bajos índices de lectura pública, casi la mitad que en el entorno nacional. Expertos de la Biblioteconomía y Documentación proponen la nueva concepción de las bibliotecas públicas como forma de mejorar los índices de lectura incluyendo a las bibliotecas en esos "terceros lugares" que hay en las ciudades (ni los domicilios ni los centros de trabajo), destinados al encuentro de la comunidad y la socialización.

El gran reto de los profesionales de este sector es la adaptación a las nuevas tecnologías, el libro y las revistas electrónicos, la capacidad de las redes sociales para el contacto con los usuarios... Esa adaptación requiere una formación continua de los graduados. La Facultad de Documentación de Granada se ofrece como centro de referencia para impartir todas esos cursos y materias que son necesarios para la adaptación de los profesionales al reto de las nuevas circunstancias tecnológicas.

A la inauguración de las Jornadas acudieron ayer la rectora de la UGR, Pilar Aranda, el vicerrector de Investigación, Enrique Herrera y la viceconsejera de Cultura María del Mar Alfaro.