Elecciones

Unas elecciones de perfil bajo con Granada diluida en el debate nacional

Una persona ejerce el voto en Granada en las pasadas municipales

Una persona ejerce el voto en Granada en las pasadas municipales / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Si a algún ciudadano de este país se le pregunta si le suena haber visto algo de Granada durante esta campaña electoral, quizás alguno mencione a Macarena Olona en el prostíbulo de Atarfe. Y ya está. Y vaya manera. Granada ha vivido las dos últimas semanas un proceso electoral donde las grandes infraestructuras, las grandes promesas, y los problemas más acuciantes de la provincia en un segundo plano. No era de extrañar. Ya la campaña de las municipales del pasado 28 de mayo, en las que se debió de hablar mucho más de asuntos locales, quedó completamente empañada, y no solo en la provincia, sino en todo el país, por los mensajes en clave nacional. Es más, el voto, prácticamente todos los analistas lo orientan hacia ahí, tuvo un componente plebiscitario hacia el Gobierno central. Incluso candidaturas como la del PSOE en Granada jugó al principio y a diluir la marca del partido de la del anterior alcalde Paco Cuenca, y tampoco le salió bien, como después demostraron las urnas y de forma contundente con la victoria de la popular Marifrán Carazo.

Una de las muestras más significativas del bajo interés que ha generado Granada en la campaña electoral, y que ha demostrado ser un feudo donde el voto no ha sido una prioridad para los cuatro partidos principales, es que ninguno de los líderes nacionales ha asistido a ningún acto en la provincia. Ni Pedro Sánchez (PSOE), presidente del Gobierno, ni Alberto Núñez Feijóo (PP), ni Yolanda Díaz (Sumar), ni Santiago Abascal (Vox) se han dejado ver por Granada pidiendo el voto en estas elecciones generales que este sábado viven su día de reflexión. Si se suma que tampoco acudió ninguno de este cuadro en las municipales, el peso de Granada es evidente en los aparatos de los partidos.

Sin líderes

El PP ha puesto como principal espada durante estos comicios en la provincia al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; con una visita en los primeros días del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; mientras que el PSOE ha contado como principal estandarte al que ha sido inesperado escudero de Pedro Sánchez mediáticamente en esta campaña, el que fuera presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en un mitin celebrado en La Chana, y la visita de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Vox ha traído a Granada Iván Espinosa de los Monteros mientras que Sumar 'ha tirado' de líderes regionales para acompañar a Martina Velarde.

Tan solo podría considerarse como 'líder nacional' a la número 1 del Congreso por Caminando Juntos, Macarena Olona, que ha centrado sus esfuerzos en Granada, en donde ya ha concurrido como cabeza de lista en tres comicios por Vox, dos para las Generales y uno para las autonómicas. Un cartel ganado hace años y del que ha tratado de sacar provecho a nivel granadino para regresar al Parlamento nacional, y tratar de dividir el voto de la derecha para discutir el escaño de la tercera fuerza política de la provincia. La abogada del Estado ya es una conocida para el votante granadino. No obstante son ya cinco los años que lleva, de una u otra manera, su carrera política vinculada a la provincia, incluida la polémica por su empadronamiento en Salobreña para poder concurrir a las autonómicas de 2022.

Una Granada a la que llegó como paracaidista de Vox. Nada nuevo tampoco en esta campaña: de los cuatro candidatos de los partidos mayoritarios, solo uno, Carlos Rojas (PP), tiene a un granadino como cabeza de cartel. El resto de números 1 vienen de fuera. La exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo por el PSOE (de Cabra, Córdoba) ha tirado de sus años de experiencia en la Junta y su trabajo codo con codo con José Antonio Montilla para granjearse la confianza de los granadinos. Martina Velarde, la candidata de Sumar, gaditana de Rota, fue estudiante de Derecho de la Universidad de Granada y empezó trabajando en la ciudad. El candidato de Vox, Jacobo Robatto, madrileño, llegó con la vitola de haber sido el coordinador de campaña, precisamente, de Macarena Olona en las Andaluzas.

Sin grandes promesas

Así que si la campaña de las municipales tuvo un marcado carácter nacional, las generales, ni siquiera dos meses después, se iban a salir de esa línea. Granada ha tenido un perfil bajo de campaña donde los grandes temas pendientes han sido abordados sin promesas firmes y claras ante la ciudadanía, y donde, sobre todo las dos formaciones principales se han puesto medallas de avances como por ejemplo en la presa de Rules, que recientemente desbloqueó la financiación de la primera fase de las canalizaciones, y donde Gobierno y Junta, cada una de símbolo político distinto, han agarrado la bandera del éxito. Sin embargo, no se han arrancado ni compromisos ni fechas para asuntos clave como las infraestructuras ferroviarias, la autovía a Córdoba y Badajoz, el soterramiento de la estación en la capital o el tren a Motril. La Aesia ha sido arma arrojadiza y al menos no se ha tocado algo que es de interés común, el acelerador de partículas. El campo y la despoblación han sido tratados dentro de las políticas a desarrollar a nivel nacional.

Y es que en particular, ha sido llamativo el poco rédito que se ha sacado en la campaña a las infraestructuras, el déficit más acuciante que asola la provincia. El PSOE no ha sacado pecho de haber puesto en marcha el AVE ni de haber desbloqueado los proyectos para acometer la variante de Loja que el PP, en 2014, paralizó; ni confirmar que el Corredor Mediterráneo pasará por Granada. No jugaba a su favor la lentitud de los propios trenes precisamente por el tramo lojeño, la falta de frecuencias, pero sobre todo, que en cuatro años de gobierno de coalición no se haya logrado sacar a licitación ni siquiera el estudio para el soterramiento de la estación y de las vías en Granada. El PP no ha rentabilizado este asunto, obcecado en el proyecto del tren a Motril. Tampoco ha enarbolado la bandera de la autovía Granada-Córdoba-Badajoz, que durante los años anterior movilizó a los populares granadinos y de las otras dos provincias. Nadie ha arrancado el compromiso de acometerla y finalizarla. Tampoco sobre la reapertura de la línea ferroviaria Guadix-Baza-Lorca. Solo Sumar habló de ejecutarla si llega al Gobierno. Eso sí, sin plazos ni fechas para que todas estas obras estén ni siquiera en marcha.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios