José Echegaray, Nobel de Literatura, vaticinaba en 1910 lo siguiente sobre la bicicleta: "Será el caballo de acero de toda la clase media" a la par que veía un gran avance en este método de transporte para el obrero "que no necesitará vivir en el casco de la población, en cuchitriles antihigiénicos: podrá vivir a una o dos leguas". Sería interesante ver lo que hubiera opinado Echegaray u otro gran escritor sobre el patinete, el 'pura raza' del siglo XXI que definitivamente se está implantando como el vehículo urbano del presente y del futuro. La muestra es que ahora mismo circulan diariamente entre 7.000 y 8.000 patines por las calles de Granada capital, según las estimaciones de la entidad Granada en Patín, también conocida con las siglas de Ampeg (Asociación para la Movilidad Personal y Ecológica de Granada).

El presidente de esta asociación y director a su vez de la Federación Española de Vehículos de Movilidad Personal (Fevemp), Sergio Ruiz, cree que las sinergias entre los usuarios y el Ayuntamiento de Granada están funcionando muy bien y que hay sintonía con las peticiones que los 'patineteros' trasladan al área de Movilidad con la que están en permanente comunicación para tratar distintas cuestiones.

Una de las últimas novedades que ha sufrido Granada son los Carriles Reservados Temporales para VMP (patinetes), bicicletas, taxis y autobuses que han restringido el uso de coches. Para Sergio Ruiz estos viales amarillos –por los que afloran ya una cantidad ingentes de patinetes– están funcionando muy bien: "La gente está muy contenta, van mucho más seguros porque los coches no se meten, está funcionando y el tráfico no ha empeorado en la ciudad", opina el presidente de Granada en Patín que se sirve para ellos de las capturas que hace a diario con su móvil en diferentes horas del tráfico de la ciudad.

"Los nuevos carriles son más seguros, hacen que el tráfico sea más fluido y los autobuses van mejor: es un avance para Granada", resume.

Sobre por qué el patinete está ganando terreno a pasos agigantados el portavoz de Ampeg tiene clara la razón que a mucha gente le ha llevado a cambiar el coche o el transporte urbano por este método. "Lo positivo del patinete es que no se suda al ir a trabajar y es más cómodo", asegura en contraposición a otras formas de ir al puesto laboral, a la facultad o al instituto como la bicicleta o a pie.

Es por ello que están proliferando tanto los patinetes eléctricos en una ciudad como Granada que además tiene peculiaridades urbanas y a la hora de la movilidad. Al respecto, apunta que los más habituales que circulan por la capital y los que más se están vendiendo son los patinetes eléctricos que alcanzan los 25 kilómetros por hora y que es un vehículo que está calando especialmente en un segmento de edad entre los 25 y los 40 años sin distingo entre sextos. Un transporte universal que lo cogen desde jóvenes con 15 o 16 años hasta personas en torno a los 60 años.

Durante la Semana de la Movilidad, el concejal del ramo, César Díaz, apuntaba que las ventas de la bicicleta se habían elevado un 200%. "Las de los patinetes habrán subido un 500% o 1.000%", valora Sergio Ruiz, cuyas estimaciones es que para la Navidad haya 10.000 patinetes en la capital. A esto, hay que sumar la puesta en marcha reciente de un servicio de alquiler en parking disuasorios para combinar con el coche y fomentar la movilidad sostenible.