El buen tiempo invitaba a coger el coche y salir de Granada y a fe que muchos lo hicieron. Hasta ahí, todo bien, pero el reverso de la moneda fue el atasco en el que muchos se vieron envueltos, tanto si fueron a la costa como si prefirieron dirigirse a la montaña.

Las localidades de la Costa Tropical estuvieron muy ambientadas durante toda la jornada. No llegó la cosa a losextremos de un día de verano, por supuesto, pero, para ser febrero, hubo bastante gente. A su regreso, los conductores se toparon con retenciones importantes en dos puntos. Según datos de la Dirección General de Tráfico, uno se situó en la N-340 a su paso por el término municipal de Motril, entre los kilómetros 329 y 332, en los dos sentidos de la circulación. El otro, muy cercano, fue en laN-323, la carretera que se está convirtiendo en la autovía Motril-Granada. Ahí, siempre según esas fuentes el embotellamiento fue de menor consideración.

La A-395, que enlaza la capital con Pradollano, tuvo por la tarde hasta seis kilómetros de retenciones, siempre según la DGT. Nada extraño, si se tiene en cuenta que, durante el fin de semana, la estación recibió la visita de 17.600 esquiadores y de 4.068 visitantes, según datos proporcionados por Cetursa. Y eso, pese a que el sábado estuvo durante algunas horas cerrada por culpa del viento.

Ayer hubo hasta 50 kilómetros esquiables, con una nieve de calidad polvo dura de entre 20 y 80 centímetros. Estuvieron abiertos toda la jornada los remontes de Jara, Loma Dílar, Parador I y Alfombra Montebajo, a los que conforme avanzó el día se sumaron otros. Unas circunstancias propicias que, junto a la desaparición del viento, hicieron que se acercaran hasta allí 9.300 esquiadores y otras 2.868 personas que se quedaron en Pradollano.