Tribunales

El juez de Granada Manuel Piñar se querella por calumnias contra el abogado de Juana Rivas

El juez Manuel Piñar (al fondo), en el juicio contra Juana Rivas en 2018

El juez Manuel Piñar (al fondo), en el juicio contra Juana Rivas en 2018 / G. H.

El magistrado de Granada que en 2018 juzgó y condenó a cinco años de cárcel a Juana Rivas, contra la que se ha mostrado particularmente duro en sus resoluciones, Manuel Piñar, ha emprendido ahora una batalla judicial contra el actual abogado de la madre de Maracena, Carlos Aránguez Sánchez, al que acusa de haberle calumniado cuando declaró ante los medios de comunicación que el juez es "manifiestamente parcial".

El titular del Juzgado de lo Penal 1 de Granada ha presentado una querella contra el letrado que representa a Rivas por los presuntos delitos de calumnias con publicidad e injurias graves con publicidad. Estos llevan aparejados incluso penas de prisión. El asunto ha recaído en el Juzgado de Instrucción 5 de la capital. 

Este nuevo paso del juez Piñar se produce después de haber denunciado a Aránguez ante el Colegio de Abogados de Granada hace más de un año, aunque la resolución de esta corporación se acaba de decidir este mismo mes, con una sanción de suspensión del ejercicio de la abogacía durante 45 días. La Comisión Delegada de Deontología del Colegio ha resuelto que las consideraciones públicas vertidas por el abogado sobre el juez constituyen una "falta grave". 

El abogado que ha llevado la defensa de Juana Rivas de forma gratuita (pro bono) en esta última fase de su largo proceso judicial es además profesor titular de Derecho Penal de la Universidad de Granada y durante 13 años ocupó el cargo de fiscal sustituto de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Recientemente ha entrado en la carrera judicial como magistrado por lo que se conoce como el cuarto turno (personas "de reconocido prestigio" con más de 10 años de ejercicio). Aún no ocupa plaza en un Juzgado de lo Penal, pero podría convertirse en breve en compañero del magistrado Piñar, que ahora lo ha denunciado. 

Como es habitual en estos casos, antes de presentar la querella en el juzgado, el juez anunció por escrito al decano del Colegio de Abogados su intención de presentarla y en ese comunicado del 8 de septiembre ya expuso algunas de sus motivaciones. El magistrado "ve atacada su fama, honra y honor por manifestaciones públicas del Sr. Aránguez donde lo tacha de prevaricador".

Esto llegó al decano un mes antes de que el colegio profesional resolviera la sanción contra Aránguez, en respuesta a la denuncia previa presentada por el juez, en la que éste explicaba sus motivos de forma breve. Decía que el letrado le había dedicado "frases que atentan gravemente al prestigio, no ya del magistrado sino de la Justicia", con un "inusitado afán de protagonismo y exhibición de malas artes". Reprochaba al letrado haber actuado como si estuviera en un "programa de frivolidades televisivas" y lo contraponía con la "lealtad y caballerosidad dignas de admiración" con que lo han tratado siempre los abogados del Colegio de Granada. 

En ese expediente disciplinario cuya resolución final tiene previsto recurrir el letrado de Juana Rivas, éste ya remitió sus alegaciones, con un largo escrito de 28 folios que además contenía una recopilación de los polémicos mensajes que el juez Manuel Piñar escribe en sus redes sociales, sobre todo en Facebook.

"Sobre la caballerosidad: este letrado defiende pro bono a una madre que cometió un grave error para proteger a sus hijos, mientras que, en redes sociales, el juez Piñar falta el respeto de forma generalizada a múltiples personas y colectivos, incluyendo a sus propios compañeros", es el resumen de la octava alegación del abogado.

Entre los mensajes extractados de Piñar en Facebook hay valoraciones de todo tipo: "Tenemos una basura de justicia y la principal el Tribunal supremo", jueces a los que "le viene grande la toga", "chusma feminazi", "hordas comunistas", "negros"... Tras la detención del presunto autor del homicidio del concejal granadino José Miguel Castillo Higueras, este juez que podría tener que enjuiciarlo puso en sus redes sociales: "Un moro, ilegal, ocupa y matando gente".

Aránguez resumía en sus alegaciones que no encontraba motivos para una sanción disciplinaria al haber hecho sus manifestaciones sobre el juez sobre una "base fáctica concreta y objetiva, basada en su actuación manifiestamente parcial" en la ejecutoria de la condena a Juana Rivas. No retiró sus palabras pero matizaba que no eran "opiniones irrespetuosas, injurias o expresiones ofensivas". Se amparaba en su derecho a la libertad de expresión y a la libertad de información

Pero el letrado fue más allá en su escrito de alegaciones y solicitó amparo a su Colegio (que obviamente no se lo ha dado). Pedía que se examinara la causa del Juzgado de lo Penal 1 y el órgano corporativo se uniera a la denuncia cursada ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, así como a la querella por prevaricación que iba a presentar contra el juez en el TSJA (que más tarde fue rechazada). Aránguez ha anunciado ahora que llevará el asunto al Tribunal Constitucional.

En uno de los apartados del escrito de alegaciones del abogado de Rivas, éste llegó a decir que si el juez se había ofendido por llamarle prevaricador lo que tenía que hacer para defender su honor era interponer una querella por calumnias, que es justo lo que ha hecho después el magistrado Piñar.

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