Granada

Un millar de jóvenes mediará en las aulas contra la violencia escolar

  • El IAJ y Educación forma a 600 granadinos para que medien en los conflictos que surgen en clase

Medi-ando es el nombre que recibe el proyecto de mediación puesto en marcha hace cinco años para prevenir la violencia en las aulas de Secundaria y que ya ha formado a unos 600 alumnos en la provincia de Granada. Un centenar de ellos, procedentes de institutos de Motril, Ugíjar y de la capital, se dieron ayer cita en el primer Encuentro de Mediadores Comprometidos con la Convivencia que se celebró en el Centro del Profesorado de Granada para demostrar que los buenos resultados de la convivencia escolar no son fruto de una casualidad.

La labor que desempeñan los "alumnos ayudantes", como se denomina a los estudiantes de ESO y Bachillerato que reciben el curso de mediación, es esencial en la resolución de conflictos que surgen en los institutos. Pero no cualquiera vale para esto. Según acordaron ayer, el alumno mediador "es una persona en la que se puede confiar porque mantiene en silencio los problemas y las dificultades de las personas a las que ayuda".

Higinio Rodríguez, un estudiante de primero de Bachillerato del IES Beatriz Galindo de Motril que lleva dos años como mediador, asegura que lo reclutó su profesora de teatro junto a media docena más de compañeros. Una semana antes de comenzar el curso, le enseñaron varias técnicas para mediar en caso de conflicto: cómo hacer que la gente hable y cómo evitar que se involucren en los problemas. "Pero mediar es muy difícil", dice este joven. Rodríguez es un líder entre sus compañeros, de hecho, ésta es una cualidad que determina la elección de un alumno como mediador.

En el instituto Beatriz Galindo, igual que en otros muchos, colocaron hace tiempo un buzón de mediación en el patio para que quien quiera anote de forma anónima cualquier conflicto que haya detectado en la comunidad escolar del centro. Ésta es un vía para activar el protocolo de intervención de los mediadores, y otras veces son los docentes, padres o la dirección los que dan el aviso. Para Rodríguez el buen mediador debe tener "templanza y mucha tranquilidad", pero sobre todo "don de palabra", porque para él lo más difícil es que "la gente te cuente lo que le pasa".

En el encuentro de ayer se asentaron las bases para avanzar en los proyectos de mediación de los centros de Secundaria. Fue el propio alumnado el que elaboró un Decálogo de la Mediación con "los diez mandamientos que deben primar en un mediador", explicó la coordinadora provincial del IAJ, Olga Manzano.

Además de los talleres, los mediadores fueron objeto de un match de improvisación realizado por la compañía La Tetera Producción que levantó de sus asientos a profesores y alumnos presentes en el encuentro.

Sin guiones y sin escenas establecidas previamente, un cuarteto de actores coordinados por un árbitro puso de relieve lo difícil que es mediar en comunidad. Con un lenguaje coloquial, lleno de situaciones límite vividas por el alumnado en sus centros y aderezado con imágenes que rodean a los jóvenes de hoy en día (terror, telenovelas, dibujos manga,...) la Tetera Producción supo llevar a los estudiantes hacia un punto: es muy difícil pensar en todos y que todos estén contentos".

El director del IAJ, Raúl Perales, junto a las delegadas de Educación, Ana Gámez, y de Igualdad, Magdalena Sánchez, informó que 91 centros de la provincia se han beneficiado ya de una veintena de cursos de mediación en Granada. Es de ésta iniciativa, impulsada por el Instituto Andaluz de la Juventud, de donde nace la red de mediadores que en breve alcanzará al millar de alumnos y que se extiende de forma voluntaria por los institutos mejorando la convivencia en las aulas sin precedentes.

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