Granada

"Todo se movía y vimos cómo caía la gente"

  • El policía granadino José Vallejo trabaja para la ONU en Haití desde enero de 2009 · Desde Puerto Príncipe relata cómo vivió el terremoto, la situación actual del país y su labor ahora

"Me cogió saliendo del trabajo en LOG BASE. El coche comenzó a dar saltos y los otros dos ocupantes y yo salimos. Todo se movía y vimos como caía la gente. Un muro se desplomaba pero no atrapó a nadie. Después la gente comenzó a moverse y a seguir su camino, aunque algunos dejaron sus coches abandonados". Así recuerda José Vallejo, un policía nacional granadino que trabaja para la ONU en Haití, cómo vivió el terremoto que el pasado 12 de enero sacudió al país, el más pobre del continente americano. Un seísmo de 7,3 grados en la escala Richter que durante un minuto desató su fuerza sobre Haití y su capital, Puerto Príncipe, causando derrumbamientos en centenares de edificios y miles de muertos.

José Vallejo, en comunicación con este periódico, lleva desde el 25 de enero de 2009 en Haití. Su trabajo se desarrolla en el Aeropuerto Internacional de Puerto Príncipe como asesor técnico en Seguridad Aeroportuaria y Detección de Documentos Falsos. "Nuestra misión es formar y asesorar a los policías para mejorar sus capacidades operativas y profesionales", explica.

Tras el terremoto, lo primero que hizo José es regresar a su casa para ver cómo había quedado. Tras comprobar que no había sufrido daños, regresaron a la Base donde trabajan para ver qué podían hacer. Después, con su compañero y una compañera guardia civil que iba en el coche llegaron al cuartel general de la ONU para ver si podían ayudar. "Allí nos enteramos que una compañera estaba seguramente bajo los escombros. No podíamos hacer nada salvo esperar a los equipos de rescate. Varios estuvimos mirando por si oíamos algo por la zona en la que se supone podría estar, pero nada de nada".

Esa compañera era Rosa Crespo Biel, subinspectora y escolta del Políce Commissionair, que falleció atrapada entre los escombros del cuartel general de la ONU. "Con ella perdimos una gran amiga, que a la vez era una madre, una hermana, una consejera y un hombro sobre el que llorar y contar tus penas. No he conocido nunca a una persona con tantas cualidades. Es una pérdida difícil de superar para nosotros y su familia". El granadino conocía también a la funcionaria española de la Unión Europea Pilar Juárez, también fallecida. "Una bellísima persona. Su marido José ha quedado destrozado, al igual que su hijo", cuenta Vallejo. Pero no queda ahí la lista de conocidos que han fallecido o desaparecido. "También una amiga de mi esposa, que es haitiana y trabaja en Granada, no sabe nada de sus padres y sus hermanas. Me pide ayuda pero es imposible aún acercarme al lugar".

Porque las comunicaciones son muy difíciles. José ha podido contactar con su familia en Granada para tranquilizar sobre su estado, primero por correo electrónico y después por teléfono desde la base. Habla con su familia y sus hijos casi a diario.

Ahora, la mayoría de policías y guardias civiles destinados en Haití se dedican a patrullar la ciudad con la Policía Nacional de Haití "para evitar saqueos y asegurar la seguridad ciudadana ya que la formación es en este momento secundaria".

"Hemos evacuado también a 16 españoles y dos portugueses que querían abandonar el país y no podían desplazarse en la ciudad, que los primeros días estaba sumida en el caos". Ahora se ve "muy bien toda la ayuda que ha llegado. Hay un campamento enorme situado junto a las pistas del aeropuerto donde hay cientos de países con profesionales cualificados (médicos, servicios de rescate...). También se ven la cantidad de alimentos, agua, medicamentos, medios materiales y técnicos que llegan sin cesar. Lo que tal vez falle es la distribución por falta de transporte y coordinación entre las organizaciones", opina.

Pese a la catástrofe, Vallejo incide en la capacidad de superación de la población. "Viven al día. Están acostumbrados a las desgracias". De hecho, dice que "las cosas están muy mal pero no tanto como dice la televisión en relación a pillajes y saqueos. Ya se comienza a ver cómo hay mercancías en los puestos callejeros, frutas, además se ve de nuevo la venta de hielo en las esquinas, de refrescos en los cruces, las gasolineras abiertas eso sí, con colas interminables. Además, ya hay suministro de agua, pan, y los bancos abren. Si el dinero circula la vida se recupera más rápido", relata.

José Vallejo regresará a Granada unos días en marzo pero volverá a Haití, donde seguirá en la misión hasta el 25 de julio de 2010.

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