Muere José Ladrón de Guevara

La malafollá está de luto

  • Pesimista y sarcástico, fue uno de los responsables del regreso de la poesía a Granada tras el fusilamiento de Lorca

La poesía está de luto.

La poesía está de luto.

Hay momentos en que pienso que lo más sensato que puedo hacer en la vida es morirme". Eso me dijo hace unos meses en El Puente, un bar al que iba de vez en cuando a hablar con él. Acababa de cumplir 89 años y creía que estaba en en esta vida de chiripa. Pesimista incorregible, el sarcasmo como norma, solía decir que todos los días asomaba la cabeza por la trinchera de la vida esperando la bala que le diera y lo dejara en el sitio definitivamente.

Escribía yo en esa entrevista que había poetas que habían elegido la poesía para adentrarse en el examen acendrado de sus experiencias íntimas, pero José García Ladrón de Guevara la eligió por motivos más prosaicos.

Decía que se hizo poeta porque no era alto ni guapo y de alguna forma tenía que hacer algo para que las niñas se fijaran en él. José García Ladrón de Guevara, Pepe Guevara como le llaman los amigos, ha sido periodista y político (fue senador por el PSOE entre los años 1979 y 1990), pero él lo que sentía era poeta. Arrastraba su inherente pesimismo vital como un condenado arrastra sus cadenas.

"A mí recordar tiempos felices me deprime enormemente, me dan ganas de llorar y de morirme", decía. Ha pasado por esta vida sin darle rodeos e intentaba no ingresar lastimosamente en un decorativo crepúsculo. No le temía tanto a la muerte como al sufrimiento. Y se ha muerto sin sufrir, en un momento, con su mujer Concha al lado.

Fuera del campo de la poesía, Pepe Guevara es autor del libro más vendido en Granada, pues lleva ya treinta y tantas ediciones. Se trata del ensayo de humor sobre la malafollá granaína, una forma de ser del granadino a la que él ha dedicado una teoría que hasta ha sido estudiada en la Universidad.

Su labor de crítica periodística la llevó a cabo primero en el diario Patria y luego en Ideal, en el que tuvo durante muchos años un artículo semanal en tono de humor que se llamaba Columna del Búho. De ahí que como mote muchos amigos le llamaran El Búho. También es considerado uno de los mejores quintilleros que ha tenido Granada. En el citado periódico había una sección en el que él redactaba una caroca y Guillermo Soria le ponía el dibujo. Todo un referente del granadinismo que encierra nuestra idiosincrasia. Descansa en paz Pepe. La malafollá está de luto.

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