Los policías que han declarado este martes en el juicio contra el acusado de intentar matar de quince puñaladas a su expareja en Granada en mayo 2019 han asegurado que no presentaba síntomas de haber bebido y que, al advertir su presencia, corrió de manera firme e incluso llegó a amenazarlos. Durante la segunda jornada de la vista oral que acoge la Sección Segunda de la Audiencia de Granada han comparecido varios efectivos tanto de la Policía Local como Nacional que acudieron al lugar de los hechos, según ha informado a Efe Carmen Solera, abogada que ejerce la acusación particular en este caso.

La letrada ha explicado, de acuerdo al testimonio de algunos de los comparecientes, que el procesado Antonio S.P. no presentaba signos de estar bebido ni olor a alcohol, y que no percibieron tampoco ningún tipo de trastorno, que estaba entero, corrió ante su presencia y que incluso los amenazó con el cuchillo hasta que sacaron el arma reglamentaria.

El acusado, que se enfrenta a una petición fiscal de trece años de prisión, reconoció este lunes la agresión, por la que además pidió perdón, si bien dijo que no recuerda exactamente lo ocurrido. El procesado Antonio S.P. calificó como una "barbaridad" lo sucedido, aunque argumentó asimismo que ese día había bebido y que empezó a discutir con su expareja.

La acusación particular pide para el acusado 15 años de prisión por un delito de tentativa de asesinato con las circunstancias agravantes de género y parentesco. Por su parte, la víctima también relató este lunes con detalle lo ocurrido y explicó que su expareja la abordó por sorpresa con un primer puñetazo y que luego sacó un cuchillo con el que la apuñaló.

Según el escrito provisional de acusación de la Fiscalía, al que tuvo acceso Efe, los hechos se remontan a las 20:45 horas del 16 de mayo de 2019 cuando el acusado atacó a la que hasta un mes antes había sido su pareja en los Jardines del Triunfo de Granada.

Lo hizo después de que su expareja decidiera romper la relación y sin tener en cuenta que en esa misma zona estaban las tres hijas menores de la víctima. Según la Fiscalía, el acusado utilizó una navaja de grandes dimensiones y con el "propósito firme" de acabar con la vida de la que había sido su pareja, se acercó hasta esta zona céntrica de Granada en la que la víctima estaba con sus hijas y unos amigos.

El acusado dijo querer hablar con ella para separarse del grupo y, de manera sorpresiva, le propinó un golpe que hizo caer a la mujer, que logró levantarse. El hombre sacó el cuchillo y se lo clavó con fuerza en el abdomen, una primera puñalada a la que siguieron otras en el rostro y el cuerpo, más de quince, pese a que varias personas intentaron ayudar a la víctima.