Para paliar los efectos de la crisis económica en la comunidad universitaria, el equipo que dirige Navarro Galera ha destinado nuevas partidas de sus recursos propios al fomento del empleo entre los estudiantes y a mejorar el rendimiento de la investigación en Granada.

"Son los presupuestos más sociales que ha tenido nunca la Universidad", adelantó el nuevo gerente de la UGR en la rueda de prensa que concedió ayer. La estimación estaba detallada en varias líneas estratégicas: para el próximo año se aumentarán las becas propias, se incrementará la financiación de prácticas en empresas, se dará impulso al autoempleo y a la creación de empresas y, lo que es más importante, se concederán más ayudas sociales para el pago de las matrículas y de comedor de los universitarios.

Concretamente, Andrés Navarro Galera informó que el nuevo programa de ayudas sociales se va a dotar en 2011 con más de 250.000 euros, todo de recursos propios. Y los de prácticas en empresas con un 5% más de presupuesto, además de abrir el abanico a una decena de compañías.

A través del Plan Propio de la Universidad se pretende también fomentar la calidad y el desempeño de la docencia. "La voluntad del equipo de Gobierno es seguir financiando promociones internas y nuevas incorporaciones necesarias", dijo el gerente. Hasta 165 plazas de catedráticos se han creado ya y 109 de profesores titulares, recordó para suscribir su compromiso.

Además, la UGR quiere dar continuidad a las políticas de apoyo a la actividad investigadora.

El estado de gastos previsto para 2011 queda definido con el siguiente mapa: el 61,95% del dinero va destino a personal, el 25,94% a inversiones reales, el 8,92% a gastos corrientes, el 2,68% a transferencias corrientes, el 0,26% a pasivos financieros, el 0,15% a activos financieros y el 0,08% a transferencia de capital. Los gastos de personal, que es la partida que más dinero se lleva (266 millones de euros), se ha reducido en cambio en un 4,47% respecto a 2011. Desde el 1 de julio se ha iniciado una política de recortes a la que se va a sumar una congelación que se aplicará el 1 de enero de 2011.

En definitiva, son unos presupuestos, según sus autores, más solidarios. La capacidad financiera de los estudiantes es más limitada y, por tanto, la responsabilidad social del equipo de Gobierno de la Universidad es aún mayor.