El PSOE de Granada celebró ayer con motivo del 35 aniversario de las primeras elecciones autonómicas un acto de reconocimiento a los parlamentarios socialistas que fueron elegidos por Granada en las elecciones andaluzas de mayo de 1982. En aquella convocatoria electoral la candidatura estaba encabezaba por Antonio Jara, seguido de Juan López Martos -sustituido por Emilio López Saldaña, posterioremente- Javier Torres Vela, Enrique Cobo, Manuel Pezzi, Antonio Rodrigo, Antonio India y Amalia Jiménez. Siete hombres y una mujer que, tras obtener el PSOE el 52,37% de los votos, ocuparon los primeros escaños del Parlamento andaluz durante la primera legislatura y a los que se le ha hecho entrega de una reproducción de sus actas de diputados.

"Personas comprometidas que dieron la cara por la libertad en un momento incierto y que abanderaron con ilusión y determinación la defensa indisoluble de Granada y Andalucía", señaló la secretaria general del PSOE de Granada, Teresa Jiménez, durante su intervención en la que repasó los distintos hitos y fechas en las que Andalucía "reivindicó con orgullo su pasado y especialmente su futuro frente a la desidia y al sectarismo político".

"Nuestra fuerza, hoy, como hace 37 años está en el espíritu del 28F y en nuestro Estatuto de Autonomía", al que calificó como "el paraguas" que ha salvaguardado el desarrollo y que tiene que seguir dando respuesta a las nuevas necesidades. Así, recordó la mayoría absoluta del PSOE en los comicios del 82 y el desalojo de una derecha que "nunca ha creído ni querido a Andalucía".

En este contexto, pidió "la misma actitud de defensa de nuestra tierra con la que depositamos nuestra papeleta hace 35 años. Vivimos una situación similar a la del 82. La derecha quiere y nos está haciendo retroceder en garantías, derechos, libertades y prestaciones", argumentó Jiménez.

Por su parte, el que fuera el primer presidente andaluz, desde 1979 hasta 1984, Rafael Escuredo, calificó a Granada como un elemento de singularidad en la política andaluza, y recordó cómo durante un tiempo hubo que pelear duramente para alcanzar la autonomía para toda Andalucía. Tras evocar lecturas como La España Invertebrada de Ortega y Gasset, afirmó que la vertebración de España "pasaba entonces por dos ejes fundamentales: la vertebración política, territorial, pero, por otra parte, también por la vertebración social, económica, educativa y cultural de la sociedad".