Granada

"Mi sueño profesional ha sido crear en Granada un Servicio de Cardiología"

  • El doctor Marti comienza mañana en Granada Hoy una serie semanal divulgativa para tener una vida cardiosaludable

Cuando en el año 1967 llegó al Hospital Clínico de Granada no existía ningún servicio de cardiología ni política alguna de prevención. En esos años, José Luis Marti era un joven médico que se había especializado en Madrid y que estaba dispuesto a crear un servicio en su ciudad natal. Hoy, cuatro décadas después, recuerda, por ejemplo, que su primera nómina como médico la cobró como jefe de la Unidad de Resucitación Cardiopulmonar y lamenta también que, en aquellos años, si un granadino tenía problemas de corazón, no tenía más remedio que ir a Madrid a ponerse un marcapasos. La situación ha cambiado de forma radical. El Clínico cuenta hoy con un servicio integrado por 14 especialistas gracias al trabajo y al empeño del doctor Marti. Ha sido su "obra como granadino". Pero su labor no ha terminado. Cerrada su etapa en activo, ahora dedica todo su tiempo a la prevención. En ese capítulo se incluye la serie semanal que comienza mañana en Granada Hoy.

-¿Por qué decidió hacerse cardiólogo?

-Recuerdo que, siendo estudiante de Medicina en Madrid, saqué las oposiciones de Alumno Interno y tuve la oportunidad de trabajar en Urgencias. Un día estaba de guardia e ingresó un enfermo con síncope y pulso muy lento. Era el primer enfermo grave que veía. Llegó entonces un cardiólogo formado en México y aseguró que la solución era ponerle un marcapasos. Ese momento fue crucial en mi vida profesional: comprendí la necesidad de especializarme y le pregunté al cardiólogo, el doctor Adelardo Mora, su opinión sobre dónde realizar los estudios. Su consejo fue rotundo: "Fuera de Granada, porque aquí no había nada". Siguiendo su recomendación, hice la especialidad en el Hospital Clínico de Madrid a las órdenes del doctor Zarco Gutiérrez. Cuando llevaba dos años, me ofreció un puesto de trabajo en su equipo. Fue mi ilusión profesional, pero esa noche no dormí pensando en Granada y en la necesidad de crear un Servicio de Cardiología en la ciudad.

-¿Es en ese momento cuando se abre la puerta para poner en marcha un Servicio de Cardiología en Granada?

-Fue el doctor Peláez Redondo, catedrático de Medicina Interna, quien fue a Madrid para hablar con el doctor Zarco sobre mi formación. Siendo favorable su informe, me llamó y me dijo: "Marti, le espero en Granada para crear un Servicio de Cardiología. Era mi sueño profesional". En aquellos años, el Hospital Clínico dependía de la Universidad y no existían especialidades. Decidieron entonces 'inventar' la de jefe de resucitación cardiopulmonar; fue el germen de lo que sería el Servicio de Cardiología.

-¿Se operaron corazones en Granada?

-Sí, y se ponían marcapasos sin tener que acudir a Madrid... En 1972 se inauguró la primera Unidad Coronaria de Granada. Precisamente, fue en 1986 cuando ingresa en la unidad por u infarto Julio Abad Mata, director de la Caja de Ahorros, y me convence para crear un Centro de Cardiología Preventiva dado el elevado número de infartados que se registraban. Me costó aceptar su invitación, ya que significaba abandonar el Servicio de Cardiología que tanto me había costado montar, pero me hacía mucha ilusión... Acepté, fiché a Luis Rodríguez Padial y juntos hicimos una gran labor.

-Después de la jubilación, la prevención sigue marcando gran parte de su tiempo...

-Efectivamente. En el año 2005 estuvo ingresado en el hospital mi amigo y director de Puleva Gregorio Jiménez López, quien me ofreció un puesto de asesor científico. Ahí nació el programa Puleva 2005 para investigar los factores de riesgo coronario de los granadinos. A partir de ahí comencé a publicar libros, a impartir conferencias, a dar charlas en los colegios... Hay que adquirir un estilo de vida cardiosaludable como fuente de salud.

-Para ello, ¿hay que renunciar a muchas cosas?

-No, sólo adquirir una educación sanitaria elemental. Conocer cómo se produce la enfermedad, la importancia de la dieta mediterránea y los omega 3, hacer ejercicio físico diario y conocer cada persona sus factores de riesgo para controlarlos precozmente. Hay que saber que nuestra calidad de vida depende del estado de nuestras arterias. Cuando están limpias la sangre circula bien y cumple su misión de alimentar a todas las células de nuestro cuerpo. Pero, cuando están sucias, se cierran, se obstruyen y originan trombosis e infartos. La prevención coronaria es posible, es necesaria y está justificada. Es la solución a la epidemia del siglo XXI.

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