"No puedo aceptar más de tres años para la unificación de las sedes judiciales"
José Luis López Fuentes. Presidente de la Audiencia de Granada
Comparte la preocupación del juez decano sobre la falta de espacio en la Caleta
Confirma que macrojuicios como el del caso Alhambra alteran el normal funcionamiento de una sección penal
José Luis López Fuentes (Jaén, 1958) preside la Audiencia Provincial de Granada desde julio del año pasado. Su despacho se encuentra en un edificio alquilado de la Plaza Luis Rosales que le encantaría abandonar. Y no por falta de espacio o de medios, sino porque eso significará que, de una vez por todas, se habrá acabado con la dispersión de sedes judiciales que existe en la capital. Uno de los retos de su mandato es, de hecho, que la Audiencia tenga un edificio único: el de los juzgados de Plaza Nueva, que está frente a la Real Chancillería.
- ¿Cuál es su balance de este primer año y pico al frente de la Audiencia?
-El balance es relativamente positivo, porque en este tiempo lo que he hecho ha sido conocer la realidad judicial de la provincia y descubrir cuáles son las necesidades más imperiosas que hay. Se han hecho ya algunos logros, como la unificación del registro y reparto de la Audiencia. Además, se ha creado la oficina de asuntos gubernativos y del jurado.
-¿Y qué es lo que no se ha conseguido?
-No hemos conseguido algo que deseamos con mucho anhelo, pero que espero se consiga a lo largo de mi mandato, que son cinco años. Yo me marqué, cuando hice mi discurso en la toma de posesión, dos objetivos fundamentales: la unificación de las sedes judiciales de Granada, pues existe una dispersión tremenda, y la creación de una tercera sección penal, habida cuenta del exceso de carga de trabajo que sufren las dos existentes. Granada es la única provincia de Andalucía y de las pocas provincias de España que no tiene un único edificio que albergue las secciones de la Audiencia Provincial. Eso no pasa nada más que en Granada. No sé si porque se ha priorizado mucho el TSJA, pero lo cierto es que la Audiencia, que es la competente judicialmente para el conocimiento y supervisión de cómo funcionan todos los órganos de la justicia granadina, por distintas circunstancias, no tiene ese edificio que anhelamos. En este tiempo, he tenido muchos contactos con la delegada del Gobierno de Granada y me he desplazado a Sevilla a ver a la secretaria general de Justicia. También he mantenido reunión con el consejero de Justicia y, por supuesto, está al día de todas estas necesidades el presidente del TSJA, Lorenzo del Río. Todos saben que es una cuestión prioritaria y se está trabajando en ello. Es lo cierto que, a día de hoy, se ha conseguido restaurar la quinta planta de las tres de la Caleta que estaban vacías.
-¿Qué irá en esa quinta planta?
-El juzgado de lo Mercantil y el próximo que se va a crear. Es decir, ya van a empezar a salir de Plaza Nueva los juzgados que están allí de Primera Instancia, porque ese quiero que sea el edificio de la Audiencia Provincial. Es un anhelo de Granada desde hace muchos años y una idea de todos los presidentes que me han precedido, pero que por circunstancias no lo han podido lograr. Yo voy a intentarlo y, además, veo una actitud muy positiva por parte de la Junta de Andalucía, las cosas como son. Lo que pasa es que estas actuaciones no se llevan con la rapidez que todos deseamos. Ya se ha conseguido la planta quinta de la Caleta y hay un proyecto de ejecución, ya aprobado, para rehabilitar las plantas sexta, séptima y octava. El proyecto de ejecución es de 21 meses y va a implicar que casi la práctica totalidad de los juzgados de Primera Instancia que están en Plaza Nueva se desplacen a la Caleta. Una vez que se consiga eso, habrá que proceder a la reordenación de espacios en ese edificio para que albergue todas las secciones de la Audiencia. Hay que tener en cuenta que las secciones civiles están ocupando un edificio en alquiler que tiene un elevado coste para la Junta de Andalucía. Es decir, todo lo que sea unificar los órganos judiciales en Caleta y la Audiencia en Plaza Nueva va a suponer, a la larga, un ahorro muy importante a la Junta, y ellos son conscientes. Sí me gustaría poner de relieve la receptividad que ha tenido la Delegación del Gobierno de Granada con esta propuesta y me consta que está haciendo todo lo posible. Depende de que la Consejería de Justicia se sensibilice más con esta cuestión. Si se cumplen los plazos, en 21 meses podemos tener prácticamente todos los órganos unipersonales en la Caleta y hacer de ella una miniciudad de la Justicia.
-¿De qué fecha estaríamos hablando?
-Son prácticamente dos años lo que nos han dicho, pero confío en que eso se pueda acortar, pues no es tanta la envergadura de la obra que hay que hacer. Las plantas las tenemos vacías, están diáfanas, y hay que acondicionarlas para que alberguen los juzgados y luego hay que realizar un traslado. En fin, si en dos años se realiza el traslado, más otro año más que pienso yo que se necesitará para reordenar los espacios, estaríamos hablando de un plazo máximo de tres años. No puedo aceptar más de tres años.
-¿Sería partidario de hacer una Ciudad de la Justicia fuera de la urbe?
-Yo no soy partidario de hacer una Ciudad de la Justicia fuera de la ciudad. Yo prefiero, para darle mayor vida a la ciudad y proximidad al ciudadano, que se utilice la ciudad y los edificios públicos para albergar las sedes judiciales, porque es bueno para los profesionales del Derecho y también para el público, a la hora de evitar los grandes desplazamientos. Por eso, sería deseable una miniciudad de la Justicia en la Caleta y hacer el eje Caleta-Banco de España-Plaza Nueva.
-¿Cómo afecta la dispersión al día a día de los juzgados?
-Sobre todo porque no tenemos una Oficina de Información común al ciudadano y es un servicio común que hay que prestar. También afecta a los desplazamientos de los profesionales del Derecho y de los propios ciudadanos, que se vuelven a veces locos. Y luego al propio funcionamiento, pues no podemos mantener los servicios comunes en distintas sedes, cuando ese servicio se puede unificar en una sola sede.
-Recientemente, el juez decano ha remitido un escrito bastante duro a la Junta denunciando el mal estado de los juzgados. ¿Comparte su queja sobre la "precariedad" de las sedes?
-Comparto la preocupación. Y además pudimos comprobar el otro día, cuando fuimos a visitar la sede de los juzgados de Primera Instancia y especialmente los de Familia, la saturación y el colapso que se puede producir en cualquier momento en la Caleta por la falta de espacio. Los espacios son muy reducidos. Sale uno del ascensor y se encuentra con la sala de vistas. No hay un hall de espera, y es frecuente que surjan incidentes entre las familias, porque están en un espacio muy reducido esperando para que les llamen a juicio. Ciertamente creo que hay un problema de espacio y hay un proyecto de la Junta de Andalucía, muy ambicioso y que sería desde luego el remedio de todos los males, que es sumar el edificio actual de la Delegación de Salud al complejo de la Caleta. Pero depende de Salud y los proyectos son lentos, y nosotros tenemos más prisa por darle un mejor servicio al ciudadano.
-¿Está previsto crear la sección tercera penal que propuso?
-Sería maravilloso crear una sección orgánica nueva, pero no hay dinero. Hoy por hoy es inviable económicamente porque supone crear tres plazas de magistrado, una de secretario judicial y ocho o nueve de funcionarios de Justicia. Entonces, la solución más viable, más plausible, es la de crear una tercera sección funcional. ¿Esto qué significa? Que si tenemos diez magistrados divididos en dos secciones, vamos a distribuirlos es tres secciones, de modo que estén tres, tres y cuatro. Es decir, con los mismos magistrados tendríamos una sección más, que dotaríamos con funcionarios de refuerzo y se nombraría un secretario judicial en comisión de servicio. Yo le quiero proponer a la Sala de Gobierno aumentar en dos plazas más de magistrado (en comisión de servicio) estas secciones, para conseguir tres secciones de cuatro magistrados cada una. Las dos secciones penales actuales cuentan con cinco magistrados cada una y económicamente sería lo menos costoso.
-¿Hay atasco en las secciones penales?
-Hay una sobrecarga de trabajo importante y creo que se pueden acortar los tiempos, los plazos. Si podemos conseguir señalar los juicios en vez de a cinco o seis meses a dos, pues sería lo deseable. Los magistrados de las secciones penales están poniendo más sentencias que las previstas en el módulo establecido en el Consejo General del Poder Judicial. Existe una necesidad real de crear más plazas de magistrados, porque están sobrecargados de trabajo. Además, no es sólo la estadística, es la complejidad de los asuntos. La justicia penal de ahora no es la de hace 15 ó 20 años, cuando la mayoría de los delitos eran tráfico de drogas, robos, hurtos... Ahora hablamos de cohecho, prevaricación... Son asuntos muy voluminosos y de gran complejidad, que requieren de mucho trabajo por parte de los magistrados.
-¿Cómo está afectando un macrojuicio como el del Caso Alhambra a la tarea diaria?
-Ha supuesto nombrar un magistrado de apoyo (un juez de adscripción territorial), que forma parte del tribunal que lo está enjuiciando. Esos tres magistrados están dedicados al caso Alhambra y los otros tres están llevando el despacho ordinario de asuntos. ¿Qué ocurre? Pues que se producen unas alteraciones y no se puede trabajar al mismo ritmo. Para poner esa sentencia, el magistrado ponente va a necesitar varios meses. Los macrojuicios alteran el normal funcionamiento de una sección y, desgraciadamente, cada vez hay más. Me consta que en los juzgados de Instrucción se están investigando asuntos de una envergadura tremenda, y me refiero a número de investigados y complejidad de la causa. Todo eso luego llega a la Audiencia, y la solución no está en poner más magistrados sino en la redistribución de los funcionarios de las secciones civiles y penales de forma más equitativa; quitando de donde sobra y poniendo donde falta no haría falta crear ninguna plaza de funcionario. Eso es competencia de la Junta de Andalucía, y el presidente del TSJA está harto ya de solicitarlo.
-¿Cuando llegará el segundo juzgado de lo Mercantil?
-No lo sé, porque como no hay Gobierno está paralizada la creación de plazas judiciales. Pero está prevista en Granada la creación del segundo juzgado de lo Mercantil y el cuarto juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Santa Fe, que es el partido judicial más problemático que hay en la provincia. Es un partido judicial complicado, y una de las cosas que creo que habría que plantearse es la necesidad de que exista en Santa Fe un partido judicial.Creo que carece de sentido a veces tener un partido tan próximo a Granada, que abarca unas competencias tremendas, porque estamos hablando del Cinturón.
-¿Se refiere a juntar los partidos de Granada y Santa Fe?
-Me refiero a que Granada absorbiera el partido judicial de Santa Fe. Todo mejoraría muchísimo, aunque seguramente el alcalde de Santa Fe no estará de acuerdo conmigo (risas). Hay que tener en cuenta que los juzgados de este municipio están muy sobrecargados. Por eso se va a crear el cuarto.
-Cómo están los juzgados en el resto de la provincia?
-Pues mire, en el resto de la provincia están funcionando, salvo el caso de Santa Fe, con bastante normalidad. Tenemos juzgados totalmente normalizados en Huéscar, Órgiva y Baza. En Guadix, están normalizados pero tenemos una necesidad tremenda de funcionarios. Motril funciona también con bastante normalidad a pesar de que está aumentando la litigiosidad. Almuñécar tiene el problema de los espacios: no tiene sentido que el número uno esté en un sitio y el dos en otro, en unos bajos que se inundan de vez en cuando. Además en Almuñécar está aumentando también la litigiosidad y algún día de estos veremos a ver si no tenemos que hablar de creación de más plazas. Loja tiene trabajo, pero tampoco está para encender las alarmas.
-Papel cero. ¿Se ha normalizado la implantación?
-Se está normalizando ahora. Al principio cuesta trabajo poner en marcha todos los experimentos. Las innovaciones tecnológicas hay que aceptarlas; estamos en la era de la innovación, de la tecnología, de la informática, y el papel cero era algo que tenía que venir. Lógicamente, al principio hubo ciertas dificultades, ciertos atascos que hicieron que llegáramos a preocuparnos por la viabilidad del sistema. Hoy por hoy, la presentación de escritos por vía telemática se está haciendo con cierta normalidad. Ahora lo que estamos poniendo en marcha es la firma digital. La Audiencia ha sido la última en implantarla y lo que estamos consiguiendo es que no circulen los expedientes. De aquí a que lleguemos a conseguir el papel cero del todo... En la firma digital aún hay que coger un poco más de habilidad. Creo que las nuevas tecnologías deberían de ir dirigidas no sólo a ahorrar papel, sino también tiempo.
-¿Cree que se trasladan demasiado los conflictos políticos a la justicia?
-Es cierto que se está judicializando mucho la política. Pero también es cierto que está apareciendo un nuevo tipo de delincuencia que hasta hace unos años no se investigaba o no existía. El derecho penal, que antes se guiaba por el principio de intervención mínima, ahora se caracteriza por lo contrario, por el principio de intervención máxima. Antes una infracción que daba lugar a una sanción administrativa ahora se está criminalizando. También es cierto que hay una sensibilidad social mayor, y los jueces, que tenemos que estar inmersos en la realidad social, sabemos que hay cierto tipo de delincuencia que hay que perseguir más. La corrupción es algo que está en la calle y causa pavor saber que personas que están manejando fondos públicos o que están en empresas públicas puedan estar derrochando o enriqueciéndose a costa de las arcas públicas. Y esa especial sensibilidad ciudadana se traslada también a los jueces, que tenemos que estar ojo avizor. Luego está el ámbito civil, en el que el ciudadano está también defendiendo sus derechos.
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