Granada

"No nos queda otra estrategia sindical que no sea el conflicto"

El secretario general de UGT de Andalucía, Manuel Pastrana, dejó ayer muy claro que el clima laboral no es el mismo que hace unos años, cuando los sindicatos decidieron "no echar gasolina al fuego de la crisis". Las últimas reformas laborales, la paralización de la negociación colectiva y la reforma constitucional para limitar el déficit han colmado el vaso de la conflictividad laboral. En el último mes los sindicatos han puesto en marcha un calendario de movilizaciones que, según adelantó Pastrana, no tiene visos de finalizar en poco tiempo.

"Ante toda esta situación consideramos que el nivel de agresión es tal que no vamos a rebajar los niveles de lucha. No vamos a parar con las movilizaciones. Nos da igual que haya o no haya elecciones", aseguró tajante Pastrana, que ayer acudió a Granada para celebrar una asamblea de delegados sindicales y analizar las protestas por la política económica y laboral del Gobierno. "En estos momentos, después de la negativa al diálogo, no nos queda otra estrategia sindical que no sea el conflicto y la movilización. Que se preparen".

En opinión del secretario general de UGT Andalucía, los últimos pasos dados por la Administración central responden a una operación de "desmantelamiento del tejido jurídico y de derechos laborales de los trabajadores". Según Pastrana, lo conseguido por los sindicatos en los últimos 30 años "se está demoliendo piedra a piedra" a base de medidas propias de los países rescatados y que harán retroceder "50 años los derechos laborales y sociales".

La situación generada es "el caldo de cultivo para que se genere conflictividad social", sobre todo porque "lo que están haciendo es meter mano en el bolsillo de los trabajadores, en sus derechos". Así que la única opción para el sindicato, llegados a este punto, es presentar batalla. "Vamos a pelear con todas nuestras fuerzas, cada día, cada minuto. No vamos a permitir que nos roan lo que hemos construido entre todos en los últimos 30 años", subrayó Pastrana, que indicó que el objetivo último es conseguir el establecimiento de otro modelo económico.

El tiempo de la negociación, por tanto, ha finalizado. Y no porque los sindicatos no lo hayan intentado, según Pastrana, sino porque ni la patronal ni las instituciones han puesto de su parte. En el caso de los empresarios, "se niegan a negociar", y en el caso de las instituciones, es difícil porque la política de austeridad es la que marca cualquier paso institucional. "Si la situación económica es la causa de todas las medidas, por qué se le vuelve a dar 8.000 millones de euros a las cajas, que tienen un agujero gracias a la gestión de sus directivos", se planteó el secretario general de UGT de Andalucía, que explicó que "es impresentable que se nos intente vender una política de austeridad y se le dé dinero a la banca".

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