Con la construcción y puesta en marcha de este cambiador de ancho ferroviario dentro de un año quedan muchas dudas en el aire con respecto a la configuración de relaciones futuras de tren en Granada. Los AVE con Madrid y los Media Distancia convencionales son los más afectados.

Teniendo en cuenta que la pandemia evolucione a mejor el año que viene con la vacunación, y que Granada recupere su actividad ferroviaria previa a la pandemia (3 trenes al día con Madrid, 1 con Barcelona, y 4 con Sevilla y Almería), el panorama será muy diferente una vez entre en marcha el cambiador del Cerrillo.

Esta obra está centrada, sobre todo, en reducir los tiempos de viaje entre Almería y Madrid, cuyos trenes Talgo tardan ahora 7 o más horas, a través de Linares-Baeza. Una vez entre en marcha el cambiador, a Granada le quedan dos opciones: o suma más trenes con Madrid o si sumando los de Almería, por el contrario, Renfe aprovecha para mantener los mismos servicios pero ‘estirando’ el viaje a la capital vecina. Esto último implicaría cambiar, primero, el material rodante, pasando de los ‘Patos’ AVE (series 102 y 112) a los híbridos S-730 (algo más lentos e ‘incómodos’ al contar con ejes móviles) tipo Alvia.

Además, si Renfe en esas fechas necesita nuevos trenes AVE para las relaciones con Galicia, simplemente tendría que ‘mandar’ a Granada los Alvia que usaba en el norte y ‘subir’ los AVE que operan ahora en el sur.Otra opción es alternar servicios Alvia con AVE, y que no todos los trenes con Madrid tengan siempre destino u origen Almería. También está previsto que en los próximos meses, muy probablemente ya en 2022, puedan empezar a circular los trenes Talgo Avril (S-106), los nuevos trenes AVE que compensen la falta de material rodante de Alta Velocidad para Larga Distancia, que también podría ‘modificar’ la futura planificación en Granada.

La otra pregunta que quedará por responder de parte de Renfe es qué pasará con los trenes convencionales que cubren la ruta entre Granada-Almería, cuatro al día desde Andaluces. Cuando los Alvia empiecen a circular entre las dos ciudades la ruta, muy probablemente, pase a ser ser servicio comercial y no estará cubierta como Obligación de Servicio Público, por lo que Granada corre el riesgo en un año de quedarse sin relaciones de tráfico únicamente convencionales y, por consiguiente, sin trenes baratos y de proximidad. Queda un año para despejar dudas.