Granada

Las tragaperras monopolizan el sector de los juegos de azar en Granada

  • El volumen de dinero que mueven se mantiene aún por debajo de los años de la crisis

  • El gasto por habitante es de los más bajos de Andalucía

  • Los granadinos se dejaron 157 millones de euros durante el año 2017

El gasto de los granadinos en juegos de azar ha sido de 157,09 millones en el año 2017. Este desembolso es ligeramente superior al del ejercicio anterior. En 2016, el gasto en juego fue de 153,1 millones de euros. Sin embargo, pese al repunte, el dato de 2017 se sitúa por debajo de la registrada en la época previa de la crisis. En 2008, según la estadística elaborada por la Junta de Andalucía, en Granada se gastaron 223,7 millones de euros en 2008, un 30% más que el pasado ejercicio. El gasto fue disminuyendo de forma progresiva hasta el pasado 2014, cuando se llegó al punto más bajo de la serie (144,7 millones). Desde entonces el dato ha crecido de forma progresiva hasta los 157 millones del último balance.

El tipo de recreativo que sigue generando más ingresos a sus propietarios son las tragaperras, seguidas de las salas de bingo. Estas dos modalidades registran tendencias dispares. Mientras que los bingos han perdido peso en cuanto al volumen de juego (de los 10,4 millones de 2016 a los 9,2 del pasado ejercicio, un 11,5% menos) las tragaperras sí repuntan. De los 142,6 millones de volumen de juego en 2016 se ha pasado a 147,8 en 2017 (3,5% más). Ambas modalidades están a años luz del dato de volumen de juego de hace diez años, lo que deja entrever el efecto que la crisis económica ha tenido sobre el juego de azar.

El empuje de los recreativos ha llevado a que supongan el 3,1% del PIB español

Al margen de los juegos tradicionales, quedan las apuestas por internet, ámbito que experimenta un verdadero auge y donde resulta mucho más complicado analizar los gastos en esta actividad y, lo que es más preocupante, la adicción que genera.

La Junta de Andalucía -Administración a la que compete el control sobre los juegos que requieren presencia física- maneja tres conceptos a la hora de abordar el dinero que se mueve en este sector. Por un lado, está el volumen total, referido a lo que han invertido los jugadores a lo largo del año. En Granada, esta cantidad llegó en 2017 (los datos más recientes) a 157,09 millones de euros, cifra que supone un incremento interanual del 2,6%, lo que en números redondos se traduce en 4 millones de euros más. La subida confirma la tendencia alcista en este negocio, que tocó fondo en 2014, el año en el que menos dinero se movió, con 144,7 millones. Dicha cantidad quedaba muy lejos de la registrada en 2008, ejercicio en el que comenzó la debacle económica, cuando el volumen rozó los 224 millones. En siete años se produjo un descenso continuado que superó el 35%.

Esta bajada tan acusada fue pareja a la crisis. Los expertos inciden en que, pese a que en un primer momento los primeros afectados por el desplome financiero vieron en los juegos la oportunidad de ganar dinero de forma fácil y rápida para remontar sus negocios, esta vía se fue dejando ante al falta de liquidez, por lo que acabó pasando factura a un sector que ha tenido, además, que hacer frente a una auténtica revolución: el de los juegos onliney las apuestas deportivas.

Los otros dos conceptos que emplea el Gobierno andaluz para analizar la actividad en los juegos de azar son el gasto real, es decir, lo que resulta de restar al volumen total el dinero equivalente a los premios conseguidos, cantidad que en 2017 se situó en la provincia de Granada en 40,20 millones; y el gasto aparente, esto es, el gasto real dividido entre la población, por lo que cada granadino empleó de media el año pasado 44 euros en los juegos. Granada ocupa el penúltimo puesto en la comunidad. La primera en gasto por habitante es Málaga, debido a la proliferación de casinos y las salas de juego en la Costa del Sol. Aquí el gasto aparente roza los 83 euros. Le sigue Huelva, con 65,7 euros; y Cádiz, con 64,7. Se trata, por tanto, de provincias costeras donde esta actividad resulta mucho más atractiva que en las de interior por la gran afluencia de turistas que tienen, especialmente en verano. Por tanto, aquí el gasto aparente -que está relacionado con la población empadronada- ha de ser también relativizado, pues buena parte de este desembolso procede de los bolsillos de los visitantes.

El juego que tradicionalmente ha imperado en Granada son las máquinas B, conocidas como tragaperras. El pasado año el volumen de dinero que estos recreativos movieron llegó a los 147,8 millones de euros. El gasto medio por habitante se situó en 40,5 euros, una cifra que supone el 90% del gasto total aparente, lo que evidencia su importancia en el sector. No obstante, aquí también se observa una evolución tanto en las cantidades que se han movido como en el número de máquinas distribuidas en la provincia. En 2008 los granadinos gastaron en ellas 196 millones de euros, cantidad que fue descendiendo a causa de la crisis, hasta llegar a su nivel más ínfimo en 2014, cuando se situó por debajo de los 135 millones. También este ejercicio se registró el menor número de tragaperras. De las 4.507 que había en 2008 a las 2.842 de hace cuatro años, una reducción del 37%. A partir de entonces comenzó una recuperación que ha llevado a que el pasado ejercicio el volumen de dinero que movieron se acercara a los 148 millones (cifra que se mantiene aún por debajo de la conseguida en vísperas de la crisis) y que el número de tragaperras sea de 3.015. Por tanto, en cuatro años se han instalado 173 máquinas más, lo que indica también una recuperación en los bolsillos de los clientes, que vuelven a tener dinero para gastarlo en estos recreativos.

El segundo juego presencial que más dinero mueve es el bingo. Granada ha llegado a disponer los últimos años de cuatro salas. Actualmente cuenta con dos. El volumen total del gasto en ellas ha pasado de los 27,6 millones de euros a los 9,2 actuales, prácticamente un tercio.

El empuje de los juegos de azar ha llevado a posicionarlos como una de las actividades que más contribuyen en el Producto Interior Bruto (PIB), por encima, incluso, del sector primario y la cultura. El volumen de negocio que generan está a punto de equipararse con el ámbito financiero y los seguros. Ahí está la memoria de la Dirección General de Ordenación del Juego que lo avala, al situar por encima de los 35.000 millones de euros el dinero que mueve al año este negocio, lo que supone el 3,1% del PIB español. En esta escalada, además del repunte descrito en las apuestas tradicionales, ha de tenerse en cuenta el inmenso auge experimentado por el juego online.

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