Granada

El triunfo de un sueño

  • Los trabajadores de una azucarera de la Costa pagan a un joven dominicano de 14 años el viaje para que forme parte del Campus Hermanos Callejón.

La caña de azúcar se ha convertido de nuevo en nexo entre Sudamérica y la Costa Tropical, si es que alguna vez esta unión llegó a desaparecer del todo. En esta ocasión, se ha materializado en Ruddy Japa, un joven dominicano que ha viajado hasta Motril para formar parte del Campus Hermanos Callejón, gracias a la generosidad de los trabajadores de una fábrica de azúcar.

Esta es la tercera campaña en que la salobreñera Azucarera Guadalfeo trabaja bajo el nombre de Ingenio Porvenir en Santo Domingo. Este país, situado junto a Estados Unidos, tiene una clara influencia norteamericana y los trabajadores de origen español, junto con los nativos del lugar, trabajan para mantener la cultura latina. El deporte también está bajo la influencia estadounidense y, por ello, el béisbol es la actividad más practicada entre los niños y jóvenes del lugar. Ruddy, con sólo catorce años, se ha desmarcado de esta tendencia y ve el fútbol como una alternativa de futuro.

Ruddy Japa es hijo de uno de los cañeros que lleva su producto a esta azucarera de origen español. Él mismo resume su pasión por el fútbol: "es un trabajo en equipo, donde tiene que haber compañerismo. Si llevas el balón tú solo no llegas a ningún sitio, tienes que tener una visión completa, ver a los demás jugadores y pasar la bola", comenta el chaval asegurando, además, que el béisbol es demasiado "parado para mí. Yo quiero correr, ir a por el balón".

Parte de su sueño se ha hecho realidad. Ruddy forma parte del Campus Hermanos Callejón que se celebra por tercer año consecutivo en Motril. Fueron los propios trabajadores de la fábrica, junto con los propietarios, quienes hicieron una colecta para recaudar dinero, y lograr entre todos que Ruddy conozca de primera mano cómo se vive el fútbol en Europa, entrenar y aprender las técnicas de juego.

Madridista de pro, asegura ver sólo los partidos de carácter internacional que se retransmiten por la televisión. La liga alemana, la inglesa o la italiana; Ruddy no pierde el hilo de las campañas futbolísticas. Su llegada a Motril, la ciudad que vio nacer al jugador del Real Madrid José Callejón, ha dado más alas aún a sus esperanzas de dedicarse al fútbol de manera profesional.

Pero la situación en su país no ayuda a que Ruddy pueda seguir formándose como futbolista. La extendida pasión por el béisbol deja de lado al balompié, por lo que es raro ver campos de césped e, incluso, los balones no tienen las características correctas. Hay escuelas en las que se practica este deporte pero ninguna de carácter profesional. Saltar hacia Estados Unidos, donde el 'soccer' está cada vez más extendido, es una opción, pero para ello necesitaría una beca universitaria.

Este joven de sólo catorce años mantiene la fe. Santo Domingo ha pasado, en sólo unos años, del puesto 181 a estar entre los noventa países en el ranking futbolístico mundial. El fomento del fútbol, con escuelas deportivas, también es una opción para sacar a los jóvenes de las zonas más deprimidas del país.

De momento, Ruddy ha visto cumplido su sueño. Está en Motril y, junto a sus trece compañeros, ha conocido a futbolistas como Armando, del Córdoba CF y se está formando. "Aquí hay más equipamiento y los entrenamientos son mejores y más completos", comenta, emocionado. Tras su estancia en la Costa Tropical viajará por Europa para seguir con su formación. Y todo ello gracias a un grupo de personas dispuestas a que un joven logre en su vida lo que se proponga, porque a veces los sueños triunfan. Sólo hay que buscar a quien crea en ellos.

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