josé luis oltra. entrenador granada cf

"Creo en las inercias, hay que coger una ola buena y no soltarla"

  • El técnico reconoce la importancia que tiene "ser regulares" y "la unión del vestuario"

  • No oculta que le preocupa la posible impaciencia de la afición ante un reto "tan ambicioso"

José Luis Oltra, ante el banquillo que refleja uno de los lemas del club.

José Luis Oltra, ante el banquillo que refleja uno de los lemas del club. / carlos gil

José Luis Oltra nos recibe después del entrenamiento en su despacho de la ciudad deportiva, al que está recién llegado. Es amable, cercano y agradable porque le sale del alma, no finge. Cuida sus palabras al ser preguntado por jugadores concretos o refuerzos, como es lógico, de lo demás habla con seguridad y sinceridad. Ha venido para devolver al Granada a Primera y da la sensación de que nadie tiene más ganas que él de conseguirlo.

-¿Qué valoración hace del primer mes y pico como entrenador del Granada?

No nos puede afectar el entorno en cuanto a nerviosismo. Hay que tener claro hacia dónde vamos "Ser buena persona no está reñido con la exigencia. Tengo mi punto de carácter y mi mal genio "Se me pone la piel de gallina al pensar en mis dos ascensos anteriores. Espero vivir el tercero en Granada"

-Las sensaciones no pueden ser más buenas, estoy muy contento por todo. Desde el club todo han sido facilidades, todo muy sencillo. Mi relación con el director deportivo es muy cercana, la llegada de Antonio Fernández creo que le ha dado al club una operatividad importante y estoy muy satisfecho con la confección de la plantilla. Estoy muy satisfecho también con cómo han llegado los futbolistas y con su predisposición y actitud. Por la calle noto las ganas que tiene la gente de volver, de que se hagan las cosas bien.

-¿En qué es diferente esta aventura a otras que ha vivido como entrenador?

-Todas las aventuras tienen sus matices, aunque en esencia todos los clubes quieren lograr el objetivo que tienen. Este es ambicioso y está muy claro, es un reto mayúsculo tras una temporada mala en todos los sentidos que hay que intentar olvidar rápido. Cada club tiene su idiosincrasia, su cultura futbolística, su entorno, pero al final es fútbol, es rendir y cumplir los objetivos.

-¿No da un poco de vértigo la ambición, el tener que ascender sí o sí?

-Yo lo planteo al revés, si hablamos de "partido a partido, vamos a ver qué pasa, primero 50 puntos y luego ya veremos…", que es un discurso perfectamente válido, dirían que es un poco conformista, un poco corto cuando todo el mundo sabe que por la entidad del club y por ser un recién descendido tiene que subir. El objetivo lo marca el club y el club desde el principio ha hecho un proyecto importante y ambicioso. El objetivo está muy claro y hay que asumirlo con normalidad y naturalidad, lo que hay que intentar es que esto no sea un elemento de presión. Admitimos que el objetivo claro es el ascenso pero no lo vamos a conseguir ni en septiembre ni en agosto. Vamos a tener momentos, fases. Es una categoría larga, muy igualada, muy difícil, por lo que hay que ir paso a paso y llegar bien al tramo final para poder lograrlo. Es un objetivo a largo plazo y cuanto más lo repitamos es peor. Ya lo hemos admitido, ya le hemos dado naturalidad, ya lo tenemos claro, ahora hay que olvidar el objetivo. Si perdemos un partido o tres no se pierde el objetivo, ahora lo importante es cada semana, cada entrenamiento y cada partido.

-¿La impaciencia de la afición, del entorno, es algo que le preocupa?

-Sí, yo soy bastante sincero y claro que sí. Nosotros mismos admitimos el objetivo y la gente dice es que hay que ascender; vale, pero hay que hacerlo con tranquilidad, con normalidad, sin prisa pero sin pausa. A la afición no le voy a pedir nada, es una afición comprensiva, fiel, apasionada, con sentimiento, por lo que sé que va a estar con el equipo. Hay que construir no sólo una plantilla, también un equipo. Igual empezamos fenomenal y no bajamos de ahí, que igual vamos de menos a más… no sabemos cómo se nos va a dar la competición y hay que estar preparado para esos momentos menos buenos. Tenemos que saber que no nos puede afectar el entorno en cuanto a impaciencia, nerviosismo y urgencia, y tener claro hacia dónde vamos.

-¿En Segunda lo más importante es no caer en la irregularidad?

-Sin duda, pero hay que estar preparado para todo. Yo creo que es una categoría mucho de inercias y de dinámicas, por lo que hay que coger una ola buena y no soltarla. La regularidad es fundamental en cualquier orden de la vida. Si tu eres un equipo que compite bien y va sacando los puntos necesarios, marcas una velocidad de crucero y es más fácil conseguirlo, pero yo creo mucho en las dinámicas, tanto en las positivas como en las negativas. En las negativas hay que tener tranquilidad y romperlas lo antes posible, y las buenas intentar cogerlas pronto y no soltarlas.

-Los jugadores que han pasado por sala de prensa han hablado mucho de la unión del vestuario, ¿tan importante es en una categoría como Segunda?

-Es muy importante. Hay que tener buenos futbolistas, gente competitiva, comprometida, con buena predisposición y actitud para el trabajo, pero es verdad que la unión te da un plus, te da mucho en esta categoría y yo le doy mucha relevancia, es algo que siempre trato de generar o potenciar. Hay que evitar que sea un grupo desquebrajado. Hay muchos factores que influyen en el rendimiento final: habrá que estar bien físicamente, tener un modelo juego definido, ser un equipo ambicioso, tener actitud, calidad, futbolistas, fondo de armario, cosas que no dependen de nosotros como decisiones externas o la fortuna… pero sí, la unión del vestuario es fundamental.

-¿El mejor ataque es una buena defensa o la mejor defensa es un buen ataque?

-El equilibrio es lo mejor, hay que tener una buena defensa y un buen ataque, eso es lo que queremos todos los entrenadores. Me gustaría ser un equipo sólido defensivamente, con buen trato de balón y protagonista, y fuerte ofensivamente, pero eso es la teoría. En Segunda está la teoría de la manta corta, si te tapas los pies te queda la cabeza libre y a la inversa. Hay que intentar equilibrar y ser bueno en las dos facetas.

-¿Para entrenar hay que tener maldad y mala leche?

-Yo siempre dejo en los sitios muchos amigos por mi forma de ser, el carácter es el que tiene cada uno, no lo podemos cambiar del todo, sólo modificar. Yo me considero buena persona y eso a veces me hace ser confiado y creer en las personas de inicio, pero que sea cercano, que sea educado o buena gente no quita que tenga mucho carácter, que al futbolista le apriete y que si tengo que cogerlo por la pechera lo haga. La gente no ve ese carácter porque me ve en la imagen pública, pero tengo mucho carácter y soy muy exigente para el trabajo. Ser buena persona no está reñido con la exigencia, tengo mi punto de carácter y mi mal genio. -¿Cómo le gusta ser en la relación con los jugadores?

-Cercano. Yo siempre les digo que depende de ellos. Yo estoy enfrente aunque me gustaría estar al lado, pero estaré más cerca o más lejos en función de cómo son. Hay veces que toca imponer más, sacar más el látigo, pero es mejor convencer, seducir, que crean en ti y vayan de la mano a que te tengan miedo. La mejor manera es tener un trato normal, cercano, transparente, ellos valoran mucho la sinceridad. Intento tener un trato lo más equitativo posible aunque el entrenador nunca va a ser justo con todo el mundo. Es imposible tener a todo el mundo contento pero cuanta más gente lo esté, más fácil será que todos vayamos en la misma dirección.

-Dice Valdano que el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes, ¿está de acuerdo con él?

-El fútbol lo traspasa todo. Es mi profesión, mi vida, mi pasión, aunque cuando te pasan cosas te das cuenta de que aunque el fútbol mueve mucho no hay que darle tanta trascendencia. Tengo claro que vivo mi pasión las 24 horas del día pero que mi prioridad es mi familia, que hay cosas mucho más importantes. La salud, por ejemplo, está por encima de cualquier cosa.

-Ha subido dos veces a Primera, ¿es lo máximo?

-He estado en dos equipos que han subido, intentando molestar poco y por eso se han conseguido los ascensos. Se me pone la piel de gallina sólo de pensarlo porque haces feliz a mucha gente. Siempre digo que mi mayor logro está por venir, pero hasta ahora son los dos ascensos porque lo que se ha vivido en esos ascensos ha sido brutal para la gente de Tenerife y La Coruña. Espero vivir el tercero aquí en Granada.

-Complete la frase: "Si el Granada sube a Primera…

-Lo que me digáis. Aunque la experiencia me hace no ser tan valiente, lo que me digáis pero con cierto sentido y siempre que mi mujer lo autorice. En Tenerife en una pregunta similar dije lo que queráis y me dijeron que tenía que tirarme en paracaídas. Por la orografía no pude hacerlo en paracaídas en Tenerife, pero sí en parapente. Me tiré con el periodista en parapente y me costó dos semanas de no hablarme con mi mujer, mi padre no se lo creía. Entonces a partir de ahí intento ser más comedido en las promesas.

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