Nada más conocerse el resultado de Albacete, el entrenador del Granada, Diego Martínez, declaró a las cámaras de televisión que lo vivido ayer fue "increíble". Y en seguida tuvo palabras para sus futbolistas: "Como no sabían que era imposible lo hicimos. Estos jugadores se lo merecen todo por compromiso". Y también, como no, para su familia:"Sobre todo se me pasa por la cabeza Juli y a Alba, mi mujer y mi hija, que siempre están ahí incondicionalmente". Y tampoco se olvidó de dedicar el ascenso a la afición, "a esa gente que ha estado todo el año apoyándonos". Pero sobre todo, hizo hincapié en que lo logrado ha sido "el trabajo de todos, de todo el equipo".
Con más tranquilidad, ya en la sala de prensa, Diego Martínez mostró su alegría "por los que tengo detrás porque es suyo el éxito", y añadió que "Granada es una ciudad muy especial; mi mujer es donde nací como entrenador".
Martínez habló de sus orígenes humildes: "Vengo del barro, de entrenar en juveniles, Tercera y Segunda B, y la verdad es que haber conseguido este éxito es una felicidad plena después de mucho esfuerzo y sacrificio y es un momento muy emotivo y feliz para mí".
Sobre su continuidad, el técnico gallego recordó que "tengo contrato en vigor", y añadió que "espero seguir la temporada que viene en Primera". No obstante, dejó claro que "pero lo que me viene a la cabeza ahora no es lo que viene, sino lo que hemos pasado".
Diego Martínez subrayó que el Granada "es un equipo fantástico en el que ha habido una gran unión que ha podido con todas las adversidades, por lo que yo ahora con lo que me quedo con estas sensaciones". "Lo que venga en el futuro ya vendrá, ya tendremos tiempo de pensar en ello", concluyó
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